CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA ATROCIDADES POLACAS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS | Page 217

dar tiros en la región glútea de los moribundos, y constatada cuatro veces en el presente grupo. Otras lesiones merecen mención especial, son los producidos por proyectiles en rebote, esto y, heridas producidas por partes de los proyectiles partidos al golpear en cualquier objeto, en muchos casos, probablemente, en el cuerpo de un vecino. Se encontraron heridas en diez víctimas. Uno de los asesinados, el número de autopsia - Br. 31, Ernst Kolader, de 27 años, fue herido exclusivamente por estos proyectiles en rebote, en 15 regiones diferentes del cuerpo, sin ser alcanzado por un único disparo apuntado. Estas heridas son los testigos mudos de disparos desagradables sobre los grupos de víctimas reunidos a la fuerza, lo que, por sí solo, bastaría para rechazar cualquier posibilidad de hablar en ejecuciones de acuerdo con dispositivos legales. Se debe, además, llamar la atención sobre el hecho de que de los 98 tiros de pistola constatados también en otros grupos de asesinatos. Pero en el caso presente, perteneciendo a los autores a una tropa regular polaca, y permitido deducir, con absoluta certeza, que entre los asesinatos se hallaban oficiales o militares de destaque, porque son ellos y que usan pistola, circunstancia notable cuando la cuestión de la organización de los crímenes. Se diga, aún, para completar el aspecto general, que, en la carnicería de Jesuitersse, no se hizo uso solamente de armas de fuego y penetrantes, pero aúnde instrumentos obtusos, evidentemente, de culatas conforme al examen por el cual se constataron 3 casos de fracturas del cráneo, 2 casos de fracturas de costillas y un caso de fractura del húmero. Se llega a una conclusión realmente aterradora, estudiando, en el presente grupo de asesinatos, la cuestión de la mortalidad de las heridas y de la duración de la agonía de los asesinados. En 21 casos sólo, 38 asesinados, se puede presumir que han sido heridos de manera a morir inmediatamente, de disparos en el cráneo con efecto aplastante, tiros o heridas penetrantes abriendo el corazón o las grandes arterias en la proximidad del corazón. En los restantes 17 casos, se trata de perforaciones de pulmones, lesiones de miembros, perforaciones de la médula espinal o lesiones de cráneo de menor gravedad, de suerte que, en ninguno de estos casos, se puede aceptar la hipótesis de una muerte instantánea, siendo probable que las víctimas hayan sobrevivido, durante varias horas, desde la hora de su lesión. Ahora bien, según las