CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA ATROCIDADES POLACAS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS | Page 216
no falla la averiguación de las edades. La idea de que se trata, en este caso, de un
acto legal, puede surgir con razones tanto más fundadas como el grupo
designado fue arrestado por civiles y militares, siendo entregado a una tropa
regular polaca y muerta por ésta.
Pero el examen de los cadáveres enseña lo siguiente: no hubo ejecución. Fue una
verdadera matanza sin orden, ni regla, de personas indefensas, de las cuales, aún,
12 se hallaban atadas, las otras, por medio de cordones usados para amarrar
terneros.
Se hizo uso de armas de fuego y perforantes; cuatro hombres fueron asesinados
solamente con armas perforantes; trece hombres, con armas perforantes y de
fuego. En un caso, un hombre, acostado por tierra, por una herida superficial de
pistola, en la cabeza, recibió 33 heridas penetrantes producidas por bayoneta o
puñal (N. ° de autopsia - Br. 23, Willi Heller, de 19 años de edad).
Los moribundos fueron, en varios casos, heridos a bayoneta, así como el número
de autopsia - Br. 27, hombre desconocido, de unos 30 años, que había sido
abatido por un tiro en el pulmón. Las lesiones, arriba clasificadas como servidas
"de estímulo", lesiones superficiales sin ninguna gravedad se observaron en
tener casos. - Dos veces en el número de autopsia - Br. 18, Max Probul, de 35
años, y en el caso de N. ° de autopsia - Br. 27, hombre desconocido, de unos 35
años, se trataba de heridas en los ojos.
El total de las lesiones penetrantes constatadas en los 38 cadáveres examinados,
asciende a no menos de 69.
Merecen mención especial, además, las heridas producidas por armas de fuego.
Se verificaron, en los 34 casos que quedan después de descontados los muertos
por lesión penetrante, 98 tiros. El mayor número de heridas directas por tiro, en
un caso, alcanza a 5.
En gran número de casos, las víctimas recibieron los tiros cuando estaban
acostadas, de manera que ni siquiera se necesita aventar la idea de que uno u
otro tiro haya sido dado con la intensión de abreviar los sufrimientos de la
víctima.
Para los muchos casos en que la víctima, acuesta o en pie, era herida por tiros,
vale lo que arriba se dijo: no se trataba de tiros de misericordia, esto es, de tiros
dados con intención de matar, sino de maltratar. La vileza, arriba expuesta, de