CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA ATROCIDADES POLACAS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS | Page 173

morir, por un hombre de la escolta. En el caso de Jaroschau, cerca de Wongrowitz, que ya podía hacer mucho, no podía caminar y se iba en un carro, Ernest Kiok, de unos 70 años de edad, de Jaroschau, cerca de Wongrowitz. Los hombresde la escolta lo tiraron del carro, lo arrojaron en la zanja y tanto lo golpearon con las culatas hasta que murió. En nuestra marcha hacia Lowitsch, vimos los cadáveres de números populares alemanes, de uno y otro lado de la carretera y sobre ella, tanto que tropezamos en algunos de ellos. Fue un verdadero suplicio, nuestra marcha hacia Lowitsh. Los propios militares que pasaban al lado de nuestro grupo, participaban de los malos tratos de los que fuimos víctimas. Fuente: W R II 87. Locomotora, aplastado dos vagones ocupados por deportados alemanes. El testigo Bruno Rauhudt, labrador en Kaczanowo, municipio de Wreschen, depuso bajo juramento: ... Así llegamos, finalmente, después de muchas interrupciones, vía Konin, Klodawa. ... Por la noche, ya estaba todo oscuro, se dio el siguiente caso: Detrás del tren, - a distancia de unos 100 metros, - estaba la locomotora. Puesta en movimiento, fue chocar en el último vagón que quedó en pedazos, siendo arrojado fuera de los rieles. Yendo sobre el penúltimo vagón, en el que varios alemanes fueron muertos o heridos grave y levemente. Entre los muertos estaba el labrador Pieper de Guriczki, el labrador Muehlheim de Wilhelmsau, el labrador Mikos de Biechowo, el labrador Grawunder de Sendschau y otros más. Supe que fueron muertos, de esta manera, unos 15 a 20 alemanes, en total. Los cadáveres fueron enterrados cerca de la estación de Klodawa. Entre los sobrevivientes, fuimos reunidos juntamente con los heridos, y apretados en vagón. El tren siguió. Al aclarar, verificamos que dos gravemente heridos habían muerto. Debo declarar que los heridos ni habían sido tratados por el personal de la asistencia. Los dos muertos fueron enterrados en la proximidad de la línea férrea por dos de nuestros compañeros, designados para ese fin por los polacos. La noche, los gravemente heridos fueron trasladados a un vagón, logramos finalmente la transferencia de los gravemente heridos a un lazareto.