Cronica ambiental Octubre 2014 | Page 8

NOTA ODILE Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL POR FEDRO GUILLÉN / @fedroguillen El huracán que recientemente azotó las costas de Baja California Sur es una prueba más de los peligros que entraña este fenómeno y otra advertencia de lo mal preparados que estamos en México para enfrentarlo. E n el imaginario colectivo, el “efecto mariposa” —uno de los ejemplos favoritos entre quienes se dedican a estudiar y entender la teoría del caos— se ilustra argumentando que el aleteo de una mariposa en Asia es capaz de producir un tornado en América. Pero dado que la relación entre ambos eventos es tan distante y sutil, un pensamiento lineal no la comprendería. Al parecer, lo mismo pasa con el calentamiento global y los huracanes: “El calentamiento global del planeta está provocando que se duplique el riesgo de que se produzcan huracanes como Katrina (2005) en Estados Unidos, concluye un estudio elaborado por un equipo de la Universidad de Copenhague y el Panel Intergubernamental de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Según los investigadores, las tormentas extremas son muy sensibles a los cambios de temperatura y el número de huracanes de una magnitud similar al ocurrido en Nueva Orleans (Luisiana) está apunto de multiplicarse por dos debido al calentamiento global que se produjo durante el siglo XX”.1 El estudio al que la nota hace mención —difundido en 2012— explica que el aumento en el nivel del mar incrementa significativamente los riesgos de la línea costera ante un huracán, ya que la entrada de agua, con los daños asociados, es mayor. Odile arribó a las costas de Baja California Sur el pasado 21 de septiembre, dejando una cauda de desastres materiales estimados en 1000 millones de dólares. Se calcula que 30 000 turistas quedaron varados; de inmediato hubo escasez de combustible y agua y, en un hecho que llamó poderosamente la atención, los pobladores locales establecieron un sistema de saqueo y rapiña en el que no sólo robaron víveres indispensables, sino alcohol y electrodomésticos. Lo anterior confirma la idea de cierta teoría de masas en la cual se plantea que el comportamiento colectivo altera las conductas individuales y las puede convertir en más violentas (ahí está el ejemplo de las barras en el futbol). “La turba manda por delante a mujeres y niños, y no tenemos autorización para disparar a civiles, que sería la única forma para detenerlos”, dijo a la agencia de noticias afp Guillermo Marrón, director de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Los Cabos. Si bien a la fecha el saldo es de cinco personas muertas y dos desaparecidas, las autoridades lo presumen como un indicador de lo bien preparada que estaba la