A casi dos meses del derrame de químicos en el río Sonora, ocasionado por
la mina a cielo abierto Buenavista del Cobre —la segunda productora de cobre
más grande del mundo—, Crónica ambiental realizó un recorrido por la zona.
Como se pudo constatar, aunque el río ya tiene una apariencia normal, la vida
y las economías de los siete municipios de las riberas, se han paralizado, no
obstante el fideicomiso de 2 000 millones de pesos ordenado por el Gobierno
Federal. Una investigación para determinar la magnitud del daño
y su consiguiente reparación está en curso.