Cronica ambiental Octubre 2014 | Page 17

Las popochas carecen de valor económico pero poseen una indiscutible relevancia ambiental. ró su propia hipótesis: “las causas podrían ser inversión térmica del agua, reproducción de algas o descomposición de materia orgánica en el fondo de la laguna […] lo que debe quedar claro, es que una sola especie es la que se ve afectada, este pez no afecta a la economía de los pescadores ni el ecosistema de la laguna, no se pesca, no se vende y no se come”. La popocha está en la lista de especies protegidas por la Norma Oficial Mexicana nom 059, bajo la categoría de amenazada. Sólo se le ha registrado en los alrededores del lago de Chapala, el gigante vecino que se extiende al trasponer la sierra del Travesaño, al sur. Cajititlán, sin ninguna explosión desarrollista, siempre fue un ecosistema frágil. Sufrió desecación total en 1947 y luego, en 2001. Pero las crónicas colonias son contundentes. En 1621, decía Domingo Lázaro de Arregui: “La laguna […] tiene algunos bagres, y pescado blanco y otro pescadillo, y las mayores ranas que se han visto por acá. Y de lo que más sirve y aprovecha esta laguna es de yerba que se saca de sus márgenes; y es un canutillo verde todo el año que se lleva a Guadalajara y es buen pienso para los caballos. Dicen que se suele secar esta laguna pero no lo ha hecho de diez años a esta parte…” (citado en Acaxititlán. “El agua encajonada”. Notas para el estudio de un antiguo centro rector en la cuenca de Cajititlán, Jalisco. Erick G. Rizo). NOTA 15 Cajititlán: un misterioso desastre ambiental