Cronica ambiental Octubre 2014 | Page 11

3 EL CHICO QUE AMARRÓ EL VIENTO williamkamkwamba.typepad.com 2 DISRUPTION watchdisruption.com Es un documental cuyo objetivo inicial era invitar a los espectadores a participar en la megamarcha mundial —una de las más grandes en la historia—, realizada en septiembre pasado, para presionar a los gobiernos a tomar medidas en contra del cambio climático. Dirigido por Kelly Nyks y Jared P. Scott, en 52 minutos reúne algunas de las voces más respetadas en la materia, como el climatólogo James Hansen, la científica Heidi Cullen o el escritor y activista Bill McKibben, quienes explican la ciencia detrás de este fenómeno global, los intentos por atacar la crisis, y las razones políticas y psicológicas que llevan a las autoridades a permanecer inmóviles. Los creadores consideran que estamos en un punto de quiebre, pues somos la primera generación que vive los efectos del daño al ambiente y la última que puede hacer algo por frenarlos. Por tal motivo, este trabajo sigue siendo un llamado a la acción que motiva a las personas a levantarse del sofá y salir a las calles. SOCCKET unchartedplay.com 4 Cinco chicas egresadas de ingeniería de la Universidad de Harvard diseñaron este balón de futbol que al patearlo genera y almacena energía que se convierte en iluminación. 30 minutos de juego producen electricidad suficiente para encender un foco durante tres horas. El balón funciona mediante un mecanismo pendular que capta la energía cinética y la acumula; pesa casi medio kilogramo y cuenta con una capa resistente al agua. 9 En este libro (escrito en coautoría con Bryan Mealer) el joven William Kamkwamba relata sus esfuerzos por llevar electricidad y agua a su pueblo, Villa de Wimbre (Malawi, África). Ahí, ambos son bienes preciados, pues sólo 2% de la población tiene acceso a la primera, y para conseguir la segunda hay que caminar varias horas. Cuando su familia no pudo seguir pagando su educación, decidió estudiar en la biblioteca local, en cuyos libros aprendió cómo funcionan los molinos de viento. Con piezas de un tractor, una bicicleta rota, tuberías de plástico y desperdicios de madera, a los 14 años construyó el primer molino con el que generó electricidad suficiente para iluminar su casa. En su siguiente proyecto desarrolló un sistema de riego —también a base de molinos— con el que cultivó alimentos durante 12 meses. Ahora con 22 años, sigue trabajando con la comunidad y diseña un sistema de purificación de agua que funciona con energía solar.