CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 560

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski -La vida. ¿Por qué quiere usted hacer el profeta? ¿Qué puede usted prever? Busque y encontrará. Tal vez le esperaba Dios tras este recodo..: Por otra parte, no le condenarán a usted a cadena perpetua. -Tendré a mi favor circunstancias atenuantes -dijo Raskolnikof con una sonrisa. -Sin que usted se dé cuenta, es tal vez cierto orgullo de persona culta lo que le impide declararse culpable. Usted debería estar por encima de todo eso. -Lo estoy: esas cosas sólo me inspiran desprecio -repuso Raskolnikof con gesto despectivo. Después fue a levantarse, pero se volvió a sentar bajo el peso de una desesperación inocultable. -Sí, no me cabe duda. Es usted desconfiado y cree que le estoy adulando burdamente, con una segunda intención. Pero dígame: ¿ha tenido usted tiempo de vivir lo bastante para conocer la vida? Inventa usted una teoría y después se avergüenza al ver que no conduce a nada y que sus resultados están desprovistos de toda originalidad. Su acción es baja, lo reconozco, pero usted no es un criminal irremisiblemente perdido. No, no; ni mucho menos. Me preguntará qué pienso de usted. Se lo diré: le considero como uno de esos hombres que se dejarían arrancar las entrañas sonriendo a sus verdugos si lograsen encontrar una fe, un Dios. Pues bien, encuéntrelo y vivirá. En primer lugar, hace ya mucho tiempo que necesita usted cambiar de aires. Y en segundo, el sufrimiento no es mala cosa. Sufra usted. Mikolka tiene tal vez razón al querer sufrir. Sé que es usted escéptico, pero abandónese sin razonar a la corriente de la vida y no se inquiete por nada: esa corriente le llevará a alguna orilla y usted podrá volver a ponerse en pie. ¿Qué orilla será ésta? Eso no lo puedo saber. Pero estoy convencido de que le quedan a usted muchos años de vida. Bien sé que usted se estará diciendo que no hago sino desempeñar mi papel de juez de instrucción, y que mis palabras le parecerán un largo y enojoso StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 559