CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 543

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski pude cometer tamaña equivocación. Estaba dispuesto a sostener en todos los terrenos la inocencia de esos hombres. -Dime, por favor, ¿dónde te has enterado de todo eso y por qué te interesa tanto este asunto? -preguntó Raskolnikof, visiblemente afectado. -¿Que por qué me interesa? ¡Vaya una pregunta! En cuanto Al origen de mis informes, ha sido Porfirio, y otros, pero Porfirio especialmente, el que me lo ha explicado todo. -¿Porfirio? -Sí. -Bueno, pero ¿qué te ha dicho? -preguntó Raskolnikof perdiendo la calma. -Me lo ha explicado todo con gran claridad, procediendo según su método psicológico. -¿Te ha explicado eso? ¿Él mismo te lo ha explicado? -Sí, él mismo. Adiós. Tengo todavía algo que contarte, pero habrá de ser en otra ocasión, pues ahora tengo prisa. Hubo un momento en que creí... Bueno, ya te lo contaré en otro momento... Lo que quiero decirte es que ya no tengo necesidad de beber: tus palabras han bastado para emborracharme. Sí, Rodia, estoy embriagado, embriagado sin haber bebido... Bueno, adiós. Hasta pronto. Se marchó. « Es un conspirador político: estoy seguro, completamente seguro -se dijo con absoluta convicción Rasumilchine mientras bajaba la escalera-. Y ha complicado a su hermana en el asunto. Esta hipótesis es más que plausible, dado el carácter de Avdotia Romanovna. Los dos hermanos tienen entrevistas. Algunas de sus palabras, ciertas alusiones, me lo demuestran. Por otra parte, ésta es la única explicación que puede tener este embrollo. Y yo que creía... ¡Señor, lo que llegué a pensar...! Una verdadera aberración; me siento culpable ante él. Pero fue él mismo el que el otro día, en el pasillo, junto a la lámpara, me inspiró semejante StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 542