Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
de inteligente, es una mujer de corazón noble, un verdadero
ángel, y se impondrá el deber de hacer feliz a su marido, el cual,
por su parte, procurará corresponderle, cosa que, hasta el
momento, no tenemos motivo para poner en duda, pese a que el
matrimonio, hay que confesarlo, se ha concretado con cierta
precipitación. Por otra parte, siendo él tan inteligente y perspicaz,
comprenderá que su felicidad conyugal dependerá de la que
proporcione a Dunetchka.
»En lo que concierne a ciertas disparidades de genio, de
costumbres arraigadas, de opiniones (cosas que se ven en los
hogares más felices), Dunetchka me ha dicho que está segura de
que podrá evitar que ello sea motivo de discordia, que no hay que
inquietarse por tal cosa, pues ella se siente capaz de soportar
todas las pequeñas discrepancias, con tal que las relaciones
matrimoniales sean sinceras y justas. Además, las apariencias son
engañosas muchas veces. A primera vista, me ha parecido un
tanto brusco y seco; pero esto puede proceder precisamente de
su rectitud y sólo de su rectitud.
»En su segunda visita, cuando ya su petición había sido
aceptada, nos dijo, en el curso de la conversación, que antes de
conocer a Dunia ya había resuelto casarse con una muchacha
honesta y pobre que tuviera experiencia de las dificultades de la
vida, pues considera que el marido no debe sentirse en ningún
caso deudor de la mujer y que, en cambio, es muy conveniente
que ella vea en él un bienhechor. Sin duda, no me expreso con la
amabilidad y delicadeza con que él se expresó, pues sólo he
retenido la idea, no las palabras. Además, habló sin premeditación
alguna, dejándose llevar del calor de la conversación, tanto, que
él mismo trató después de suavizar el sentido de sus palabras. Sin
embargo, a mí me parecieron un tanto duras, y así se lo dije a
Dunetchka; pero ella me contestó con cierta irritación que una
cosa es decir y otra hacer, lo que sin duda es verdad. Dunia no
pudo pegar ojo la noche que precedió a su respuesta y, creyendo
StudioCreativo ¡Puro Arte!
Página 43