Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
parte de aquí; lo único que he sabido ha sido matar. Y ni siquiera
esto lo he hecho bien del todo, al parecer... Un principio... ¿Por
qué ese idiota de Rasumikhine atacará a los socialistas? Son
personas laboriosas, hombres de negocios que se preocupan por
el bienestar general... Sin embargo, sólo se vive una vez, y yo no
quiero esperar esa felicidad universal. Ante todo, quiero vivir. Si
no sintiese este deseo, sería preferible no tener vida. Al fin y al
cabo, lo único que he hecho ha sido negarme a pasar por delante
de una madre hambrienta, con mi rublo bien guardado en el
bolsillo, esperando la llegada de la felicidad universal. Yo aporto,
por decirlo así, mi piedra al edificio común, y esto es suficiente
para que me sienta en paz... ¿Por qué, por qué me dejasteis
partir? Tengo un tiempo determinado de vida y quiero también...
¡Ah! Yo no soy más que un gusano atiborrado de estética. Sí, un
verdadero gusano y nada más.»
Al pensar esto estalló en una risa de loco. Y se aferró a esta idea
y empezó a darle todas las vueltas imaginables, con un acre
placer.
«Sí, lo soy, aunque sólo sea, primero, porque me llamo gusano a
mí mismo, y segundo, porque llevo todo un mes molestando a la
Divina Providencia al ponerla por testigo de que yo no hacía
aquello para procurarme satisfacciones materiales, sino con
propósitos nobles y grandiosos. ¡Ah!, y también porque decidí
observar la más rigurosa justicia y la más perfecta moderación en
la ejecución de mi plan. En primer lugar elegí el gusano más
nocivo de todos, y, en segundo, al matarlo, estaba dispuesto a no
quitarle sino el dinero estrictamente necesario para emprender
una nueva vida. Nada más y nada menos (el resto iría a parar a
los conventos, según la última voluntad de la vieja)... En fin, lo
cierto es que soy un gusano, de todas formas -añadió rechinando
los dientes-. Porque soy tal vez más vil e innoble que el gusano al
que asesiné y porque yo presentía que, después de haberlo
matado, me diría esto mismo que me estoy diciendo... ¿Hay nada
StudioCreativo ¡Puro Arte!
Página 338