CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 270

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski visité, dos horas después recobró repentinamente la salud. Y puedo asegurarlo porque lo vi con mis propios ojos en casa de un borracho que acababa de ser atropellado por un coche y que murió poco después. Por cierto que Rodion Romanovitch entregó veinticinco rublos "para el entierro" a la hija del difunto, joven cuya mala conducta es del dominio público. Esto me sorprendió sobremanera, pues no ignoro lo mucho que le ha costado a usted conseguir ese dinero. »Le ruego que salude en mi nombre, con toda devoción, a Avdotia Romanovna y que acepte el respeto más sincero de su fiel servidor. »LUJINE.» -¿Qué debo hacer, Dmitri Prokofitch?-exclamó Pulqueria Alejandrovna casi con lágrimas en los ojos- ¿Cómo voy a decir a Rodia que no venga? Él nos pidió insistentemente que rompiéramos con Piotr Petrovitch, y he aquí ahora que Piotr Petrovitch me prohíbe que vea a mi hijo... Pero si yo le digo a Rodia esto, él es capaz de venir ex profeso. ¿Y qué ocurrirá entonces? -Haga usted lo que Avdotia Romanovna juzgue más conveniente -repuso Rasumikhine en el acto y sin la menor vacilación. -¡Dios mío! -exclamó la madre. ¡Cualquiera sabe lo que ella opina! Dice lo que hay que hacer, pero sin explicar el motivo. Su parecer es que conviene..., no que conviene, sino que es indispensable... que Rodia venga a las ocho y se encuentre con Piotr Petrovitch... Mi intención era no decirle nada de esta carta y procurar, con la ayuda de usted, evitar que viniese... ¡Se irrita tan fácilmente...! En lo referente a ese alcohólico que ha muerto, no sé de quién se trata, y tampoco quién es esa hija a la que Rodia ha entregado un dinero que... StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 269