Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
Crimen y Castigo
Fiódor Dostoyevski
PRIMERA PARTE
I
Una tarde extremadamente calurosa de principios de julio, un
joven salió de la reducida habitación que tenía alquilada en la
callejuela de S... y, con paso lento e indeciso, se dirigió al puente
K...
Había tenido la suerte de no encontrarse con su patrona en la
escalera.
Su cuartucho se hallaba bajo el tejado de un gran edificio de
cinco pisos y, más que una habitación, parecía una alacena. En
cuanto a la patrona, que le había alquilado el cuarto con servicio y
pensión, ocupaba un departamento del piso de abajo; de modo
que nuestro joven, cada vez que salía, se veía obligado a pasar
por delante de la puerta de la cocina, que daba a la escalera y
estaba casi siempre abierta de par en par. En esos momentos
experimentaba invariablemente una sensación ingrata de vago
temor, que le humillaba y daba a su semblante una expresión
sombría. Debía una cantidad considerable a la patrona y por eso
temía encontrarse con ella. No es que fuera un cobarde ni un
hombre abatido por la vida. Por el contrario, se hallaba desde
hacía algún tiempo en un estado de irritación, de tensión
incesante, que rayaba en la hipocondría. Se había habituado a
vivir tan encerrado en sí mismo, tan aislado, que no sólo temía
encontrarse con su patrona, sino que rehuía toda relación con sus
semejantes. La pobreza le abrumaba. Sin embargo, últimamente
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