CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 173

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski -Sí, ¿y qué? ¿Por qué té pones así? ¿Qué té ha pasado? preguntó Rasumikhine levantándose de su asiento. -No, nada -balbuceó Raskolnikof penosamente, dejando caer la cabeza en la almohada y volviéndose de nuevo hacia la pared. Hubo un momento de silencio. -Debía de estar medio dormido, ¿verdad? -preguntó Rasumikhine, dirigiendo a Zosimof una mirada interrogadora. El doctor movió negativamente la cabeza. Bueno -dijo-, continúa. ¿Qué ocurrió después? -¿Después? Pues ocurrió que, apenas vio los pendientes, se olvidó de su trabajo y de Mitri, cogió su gorro y corrió a la taberna de Duchkhine. Éste le dio, como ya sabemos, un rublo, y Mikolai le mintió diciendo que se había encontrado los pendientes en la calle. Luego se fue a divertirse. En lo que concierne al crimen, mantiene sus primeras declaraciones.»-Yo no sabía nada -insiste-, no supe nada hasta dos días después. »-¿Y por qué se ocultó? »-Por miedo. »-¿Por qué quería ahorcarse? »-Por temor. »-¿Temor de qué? »-De que me condenaran. »Y esto es todo -terminó Rasumikhine-. ¿Qué conclusiones crees que han sacado? -No sé qué decirte. Existe una sospecha, discutible tal vez pero fundada. No podían dejar en libertad a tu pintor de fachadas. -¡Pero es que le atribuyen el asesinato! ¡No les cabe la menor duda! -Óyeme. No te acalores. Has de convenir que si el día y a la hora del crimen, unos pendientes que estaban en el arca de la víctima pasaron a manos de Nicolás, es natural que se le pregunte cómo se los procuró. Es un detalle importante para la instrucción del sumario. StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 172 Comentario [L31]: Mikolai es diminutivo de Nicolás.