CRIMEN Y CASTIGO - FIÓDOR DOSTOYEVSKI | Page 161

Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski Ahora vamos con las botas. ¿Qué té parecen? Ya se ve que están usadas, pero durarán todavía lo menos dos meses. Están confeccionadas en el extranjero. Un secretario de la Embajada de Inglaterra se deshizo de ellas la semana pasada en el mercado. Sólo las había llevado seis días, pero necesitaba dinero. He dado por ellas un rublo y medio. No son caras, ¿verdad? -Pero ¿y si no le vienen bien?-preguntó Nastasia. -¿No venirle bien estas botas? Entonces, ¿para qué me he llevado esto? -replicó Rasumikhine, sacando del bolsillo una agujereada y sucia bota de Raskolnikof-. He tomado mis precauciones. Las he medido con esta porquería. He procedido en todo concienzudamente. En cuanto a la ropa interior, me he entendido con la patrona. Ante todo, aquí tienes tres camisas de algodón con el plastrón de moda... Bueno, ahora hagamos cuentas: ochenta kopeks por la gorra, dos rublos veinticinco por los pantalones y el chaleco, unos cincuenta por las botas, cinco por la ropa interior (me ha hecho un precio por todo, sin detallar), dan un total de nueve rublos y cincuenta y cinco kopeks. O sea que tengo que devolverte cuarenta y cinco kopeks. Y ya estás completamente equipado, querido Rodia, pues tu gabán no sólo está en buen use todavía, sino que conserva un sello de distinción. ¡He aquí la ventaja de vestirse en Charmar!. En lo que concierne a los calcetines, tú mismo te los comprarás. Todavía nos quedan veinticinco buenos rublos. De Pachenka y de tu hospedaje no te has de preocupar: tienes un crédito ilimitado. Y ahora, querido, habrás de permitirnos que te mudemos la ropa interior. Esto es indispensable, pues en tu camisa puede cobijarse el microbio de la enfermedad. -Déjame -le rechazó Raskolnikof. Seguía encerrado en una actitud sombría y había escuchado con repugnancia el alegre relato de su amigo. StudioCreativo ¡Puro Arte! Página 160 Comentario [L28]: Famoso sastre petersburgués de aquella época.