primeros instantes de terror, y al poder darse cuenta de las cosas, sintió que su
corazón se oprimía dolorosamente ante la idea de su abandono y de su
aislamiento en la vida. Sufrió una crisis nerviosa y, sin poder contenerse, salió
de la habitación y corrió a su casa. Esta huida casi coincidió con la salida de
Lujine.
Amalia Ivanovna, cuando recibió el proyectil destinado a Piotr Petrovitch en
medio de las carcajadas de los invitados, montó en cólera y su indignación se
dirigió contra Catalina Ivanovna, sobre la que se arrojó vociferando como si la
hiciera responsable de todo lo ocurrido.
¡Fuera de aquí en seguida! ¡Fuera!
Y, al mismo tiempo que gritaba, cogía todos los objetos de la inquilina que
encontraba al alca