ya (detalle importante); un joven desconfiado, orgulloso, consciente de su valía,
y que acaba de pasar seis meses encerrado en su rincón, sin ver a nadie; que
va vestido con andrajos y calzado con botas sin suelas..., este joven está en
pie ante unos policías despiadados que le mortifican con sus insolencias. De
pronto, a quemarropa, se le reclama el pago de un pagaré protestado. La
pintura fresca despide un olor mareante, en la repleta sala hace un calor de
treinta grados y la atmósfera es irrespirable. Entonces el joven oye hablar del
asesinato de una persona a la que ha visto la víspera. Y para que no falte
nada, tiene el estómago vacío. ¿Cómo no desvanecerse? ¡Que hayan basado
todas sus sospechas en este síncope...! ¡El diablo les lleve! Comprendo que
todo esto es humillante, pero yo, en tu lugar, me reiría de ellos, me reiría en
sus propias narices. Es más: les escupiría en plena cara y les daría una serie
de sonoras bofetadas. ¡Escúpeles, Rodia! ¡Hazlo...! ¡Es intolerable!
«Ha soltado su perorata como un actor consumado», se dijo Raskolnikof.
¡Que les escupa! exclamó amargamente . Eso es muy fácil de decir. Mañana,
nuevo interrogatorio. Me veré obligado a rebajarme a dar nuevas explicaciones.
¿Es que no me humillé bastante ayer ante Zamiotof en aquel café donde nos
encontramos?
¡Así se los lleve a todos el diablo! Mañana iré a ver a Porfirio, y te aseguro que
esto se aclarará. Le obligaré a explicarme toda la historia desde el principio. En
cuanto a Zamiotof...
«Al fin lo he conseguido», pensó Raskolnikof.
¡Óyeme!
exclamó Rasumikhine, cogiendo de súbito a su amigo por un
hombro . Hace un momento divagabas. Después de pensarlo bien, te aseguro
que divagabas. Has dicho que la pregunta sobre los pintores era un lazo. Pero
reflexiona. Si tú hubieses tenido «eso» sobre la conciencia, ¿habrías
confesado que habías visto a los pintores? No: habrías dicho que no habías
visto nada, aunque esto hubiera sido una mentira. ¿Quién confiesa una cosa
que le compromete?
Si yo hubiese tenido «eso» sobre la conciencia, seguramente habría dicho que
había visto a los pintores, y el piso abierto lijo Raskolnikof, dando muestras de
mantener esta conversación con profunda desgana.
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