se percibe como una identidad que lo distingue de lo que la rodea, y que es capaz de mantener
esa identidad a lo largo del tiempo y bajo entornos cambiantes.
Aquí nos ocuparemos de la clase de sistemas caracterizada por el hecho de que podemos
especificar claramente las partes que los forman y las relaciones entre estas partes mediante las
que se articulan en la correspondiente unidad. La descripción más elemental que podemos hacer
de ellos es sencillamente enunciar ese conjunto de partes y establecer un esbozo de cómo se
influyen esas partes entre sí.
Los sistemas dinámicos hacen oposición a los sistemas estáticos, y queremos con él
expresar el carácter cambiante de aquello que adjetivamos con ese término. Al hablar de sistemas
dinámicos nos referimos a que las distintas variables que podemos asociar a sus partes sufren
cambios a lo largo del tiempo, es decir, que no solo estamos mirando el principio y el final de lo que
ocurre con un sistema a estudiar (nos olvidamos un poco del determinismo) sino que estamos
teniendo en cuenta todo el proceso seguido por el sistema después de ser afectado de una u otra
forma, como consecuencia de las interacciones que se producen en ellas. Su comportamiento
vendrá dado por el conjunto de trayectorias de todas las variables, que suministra algo así como
una narración de lo acontecido en el sistema.
Se puede destacar entonces, que un sistema dinámico se caracteriza principalmente por tres
aspectos: 1) las partes que lo componen, 2) las relaciones entre las partes, que se dan en tanto las
condiciones a las que se expone el sistema y 3) las emergencias de dichas relaciones; que
emergen del análisis de los procesos que se dan y que implica pensar en bucles de
retroalimentación que definen la dinámica del sistema y permiten distinguirlo de otros.
En este orden de ideas es interesante retomar la reflexión que realiza el grupo de
Investigación de Sistemas Dinámicos en la Universidad Pedagógica Nacional referente a la
estructura compleja donde viene a tratar las características principales del pensamiento sistémico:
El pensamiento desde una estructura sistémica privilegia el cambio de las partes al todo, es decir, en
el estudio de los fenómenos se considera el todo como el universo de interacciones alrededor de
nuestro objeto de estudio, este no se ve aislado de su entorno sino que se consideran sus múltiples
relaciones con él. (Pedreros, R & otros. 2006)
De esta forma, si consideramos que cada sistema (en nuestro caso la escuela) esta
compuesto o constituido de otros subsistemas, podremos focalizar la atención sucesivamente en
distintos niveles sistémicos, a los cuales les hemos llamado actores dentro del sistema, es decir,