PAGAMENTOS 2001
Ofrendas a la vida desde el color y la palabra
Una de las búsquedas más fervorosas y definitivas que emprende el ser humano en el desarrollo de su vida es: la aproximación armoniosa con el otro diferente, es decir, el encuentro.
América es, ante todo, un espacio para el encuentro. Tal apreciación se puede corroborar mirando la ubicación geográfica de nuestro continente en el planeta tierra: está a medio camino de Europa y África por el Este y de Asia y Oceanía por el Oeste. ¡El punto de convergencia!.
La historia nos lo confirma: por todos los lados del viento han llegado para descubrirla y asumirla. El presente nos lo evidencia: somos el fruto del abrazo multiétnico del mundo. Colombia es uno de los países de América que más representa esta diversidad, con una base cultural indígena sólida distribuida en cada una de las regiones naturales que la componen; con 64 lenguas amerindias, 2 criollas (lumbalú en San Basilio de Palenque, Bolívar, y creole en el Archipiélago de San Andrés), y una lengua general que es el español.
En la Costa Caribe contamos con diversas comunidades indígenas desde el sur de Córdoba hasta el norte de La Guajira. Estas comunidades son la matriz y la fuente primera de la gran cultura costeña que hoy vivimos.
Este trabajo que hoy presentamos, como bienvenida a los aires de un nuevo milenio, es un acto de reconocimiento a nuestras raíces.
Un reconocimiento franco a estas comunidades nativas y entre ellas, a dos de las culturas más representativas del pasado (Tayrona y Guanebucán). Reconocimiento desde el color y la palabra, desde la pintura y la poesía, desde la Guajira profunda (en cuyas aguas se inició, hace ya 502 años, el proyecto de la actual nación colombiana), desde una entidad que como Intercor, Operador del Complejo Carbonífero de El Cerrejón Zona Norte, tiene la delicada responsabilidad de conservar la sostenibilidad del entorno y los valores culturales propios dentro de sus megaproyectos económicos.
Aspiramos a una relación respetuosa y armoniosa entre la cultura occidental y la Amerindia... hacia una convivencia pacífica y creativa. Que sea esta aproximación un compromiso serio y permanente para aumentar el respeto entre todos los grupos humanos del caribe colombiano.
¿Qué otro interés mayor puede haber distinto al reconocimiento de nuestros múltiples rostros y a la consiguiente construcción de una sociedad más humana y equitativa?.
Que los espíritus de Abya Yala (América Indígena) nos protejan en este nuevo ejemplo de entendimiento.
Miguelángel López-Hernández Guillermo Ojeda Jayariyú
Poeta
Riohacha –Süchima–