ENTREVISTA A JAIME GARCÍA MICÓ
"Es decir, muchas veces no sabes en qué turno trabajas al día siguiente, ni qué equipo tienes ni en qué planta estás. Todo eso implica mucha flexibilidad y mucha capacidad de adaptación, al tiempo que genera mucho estrés", manifiesta.
Una circunstancia que "implica mucho trabajo de coordinación, de motivación y de autosoporte, de darnos soporte entre nosotros". Si bien, indica que los trabajadores de La Paz "están respondiendo muy bien" y la experiencia está siendo muy buena.
PERO HAY MUCHA SOLIDARIDAD
Pero todo tiene un lado positivo, nos cuenta el doctor, es que entre los sanitarios se ha generado una "situación de solidaridad" con los compañeros de Urgencias, los que tienen más presión asistencial. "Los compañeros de Urgencias están en primera línea, que no siempre tienen a los pacientes etiquetados, que están colapsados y no tienen capacidad de dar salida a los pacientes. Aquí se da una situación de empatía, de intentar que desde las plantas se les dé el máximo desahogo posible".
Y es que estamos ante un "tsunami". "Esto es una emergencia humanitaria, aunque no se vea agua por las calles ni los edificios derruidos, esto es una catástrofe". Algo que los profesionales ven de cerca: "el primer día llegaron 100 pacientes, al segundo día 500 y al tercero otros 500; y no sabes cuándo van a dejar de venir".
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"HAY MIEDO, EN EL HOSPITAL SE VE LA PEOR CARA DEL VIRUS"