CORPOmagazine Revista Corporativa | Page 8

Dado lo anterior, lo primero que hay que tomar en cuenta es la claridad y definición de la personalidad que ha mostrado en el mercado. Es de allí donde parte el desa- rrollo de la estrategia, que la empresa decida conscientemente qué es lo que quiere pro- yectar –como imagen corporativa- en la men- e de sus clientes actuales, potenciales y de a sociedad en su conjunto. Porque una cosa es la percepción de un pro- ducto y otra la percepción de la firma que produce ese producto. Se puede dar el caso, y los hay, de productos con buena imagen pero pésima imagen cor- porativa, ya sea por la empresa misma o por a imagen de sus directivos o dueños, o inclu- sive de las figuras públicas que los apoyan o anuncian. O quizá al revés, buena ima- gen corporativa produciendo ag. 8 “Solo a través de la planificación es- tratégica de su imagen puede la em- presa esperar, con una probabilidad no desdeñable, ser percibida por sus diferentes públicos como a ella le in- teresa (…)” (Sanz de la Tajada, 1994).