La imagen como valor estratégico
La imagen es la identidad de la empresa, es esta
la conquista compradores y es que, más allá de la
singularidad o calidad del producto, especialistas
aseguran que hoy solo es posible marcar la
diferencia a través de una adecuada gestión
de la imagen de empresa.
Así mismo el investigador Joan Costa nos enseña que desde
un sentido estratégico y operativo, a imagen guía el estilo y la
conducta de la empresa, así como la dirección de sus decisio-
nes, el modo de concebir su oferta y la manera exclusiva de co-
municar, de conectar con los públicos y de relacionarse con
ellos.
La empresa articu-
la su visión con su
imagen, sus princi-
pios y valores fun-
damentados
“La imagen corporativa: es lo
único que diferencia globalmente
una empresa de todas las demás.
La gente no los compra por ellos
mismos ni por la marca, sino por
su imagen, que les confiere signi-
ficación y valores. Es lo único que
agrega valor duradero a todo
cuanto hace la empresa, a todo
lo que realiza y comunica; es lo
único que permanece en el tiem-
po y en la memoria social cuando
los anuncios, las campañas, las
promociones y los patrocinios
han sido olvidados”. (Costa,
2001)
La identidad corporativa se transforma en imagen (mental o
corporativa, en dependencia de si se considera desde el público o desde la empresa) a través de
un proceso que pasa por la percepción psicológica de los públicos, incluye el contacto directo y co-
tidiano con la empresa y se produce de madera contextualizada, es decir, recibe la influencia del
entorno en el que se ubican la marca, el producto, la empresa, el servicio, y donde se entrecruzan
las opiniones, experiencias, actitudes e, incluso, los efectos de los medios de comunicación.
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