Corozyie 0.3 | Page 20

La olvidé al irme. De todas maneras sabía que era una estupidez hacer maleta. Ni siquiera recuerdo si ese día llevaba ropa puesta, pero no importaba (vivía en una tierra donde su gente caminaba con el cuello erguido mirando siempre al cielo. Pobres hombre jirafas. Aunque siempre admiré sus kilométricas bufandas) pues como ya mencioné, las jirafas solo se andaban con grandezas. De ahí no recuerdo mucho más, solo que partí a pasos lejanos atravesando paisajes y rutas cambiantes llegando a reunirme con personas de todas almas y miradas. Gentíos sinfín. Y estaba en medio de todas ellas, pasando de montones, algunas de miradas distantes y otras preocupadas por su presión arterial y las lonjas que se asomaban indiscretas a ver el exterior. Me detuve y fui más despacio; una introspección llegando. Me di cuenta de todas las personas que no era: la niña chillona con rodillas raspadas y mucosidad en su expresión, esperaba no ser tampoco una jirafa (sus bufandas no valían tanto la pena), no era quien recorre el cuer