Introducción
Los licenciados en contaduría pública tienen diferentes facetas donde pueden
desplegar su actividad profesional, pudiéndose desempeñar en el ejercicio liberal de
su profesión o como empleado de una entidad, trabajando bajo relación de
dependencia. Ciertamente, sea cual fuere el caso, ambas facetas son de primordial
importancia para el adecuado desempeño de las organizaciones empresariales,
siendo sin embargo el interés esencial de este escrito el estudio de las diversas
responsabilidades que acarrea el ejercicio independiente de la contaduría pública. A
tales efectos debe recalcarse, que si bien un contador público en el ejercicio de su
carrera puede desempeñar labores de distinta índole, no cabe duda de que la auditoría
externa representa la actividad por antonomasia que ejercen estos profesionales.
El principal fin que persigue un contador público independiente, cuando práctica una
auditoría externa, es emitir una opinión sobre la razonabilidad de las cifras de los
estados financieros que examina de una organización que lo contrata; ello con el
objeto de que éstos puedan merecer la confianza de terceros que necesiten por una u
otra razón utilizar esta información financiera, pudiéndose mencionar entre estos
potenciales interesados a las instituciones financieras, inversionistas, accionistas,
clientes, proveedores, instituciones gubernamentales, trabajadores, etc. Es claro que
la función esencial de los auditores externos es dar fe pública de las cifras que se
muestran en los estados financieros, y muy difícilmente el mundo de los negocios
podría desarrollarse de manera adecuada sin la existencia de la figura del contador
público.
Sobre lo anterior debe señalarse que el ejercicio de la auditoría externa está regido por
un marco y principios fundamentales que guían la naturaleza y el alcance de la
evidencia comprobatoria, que será recabada mediante las técnicas y procedimientos
de auditoría, la cual será la base para poder emitir el dictamen del contador público
independiente. Estas Normas de Auditoría de
General Aceptación, también conocidas como NAGA, no deberán variar de un caso a
otro, de una compañía a otra, a diferencia de las técnicas y procedimientos de
auditoría, que cambian para ajustarse a las circunstancias de cada encargo, en
función a la necesidad de la evidencia que se requiera recabar.
El marco formal fundamental que rige el ejercicio de la auditoría externa está
contenido en las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), que algunos prefieren
llamar por sus siglas en inglés como ISA (International Standards on Auditing).
Las Normas Internacionales de Auditoría son emitidas por la
International Auditing and Assurance Standards Board (IAASB), una junta
independiente auspiciada por el IFAC (International
Federation of Accountants), principal organismo a nivel mundial que rige en esta área.