Si bien es cierto que el régimen fiscal en su origen está sustentado desde el punto de
vista legal, también es importante el aspecto financiero, a través del cual cada ente
económico crea sus reservas que le permiten solventar a futuro la reposición de sus
activos, y cumplir estrictamente con la sociedad, al contribuir con el porcentaje que le
corresponde, en el pago de sus impuestos.
Además, desde el punto de vista gubernamental, los servidores públicos se obligan
legal y civilmente a manejar con corrección los ingresos que por concepto de
impuestos se recauden, a través de la interacción del Contador Público.
Como se puede apreciar, los deberes cívicos de la sociedad se pueden clasificar en
privados, que son a los que están sujetas las empresas y las personas físicas con
actividades económicas particulares; y públicos, que son a los que se sujetan las
dependencias del gobierno y, en consecuencia, los servidores públicos que las
representan.
Por lo tanto, de acuerdo a lo antes expuesto, se asume que la profesión Contable
genera infinidad de actividades que en mayor parte establecen reglas, las cuales por
obligación moral, cívica y, algunas veces, legal los entes económicos en activo deben
cumplir.