Conquistadores de la Historia Conquistadores de la Historia | Page 12

Aproximadamente en el año de 1200 a.n.e., vio la luz la cultura madre: los olmecas. Esta sería la primera de nueve culturas más significativas de mesoamérica, aquellas que denominamos como: culturas milenarias. Dichos pueblos fueron de gran importancia en aquella época; algunos se aliaron, otros combatieron entre sí y, aunque contaban con semejanzas y diferencias, todas dejaron una huella en nuestra nación. Realizaron grandes aportaciones, desde técnicas de agricultura y otras actividades, hasta grandes construcciones. Los indígenas rendían culto a Dioses, los cuales, se pensaba elegían a alguien para que gobernara; “el elegido” era venerado por los habitantes del pueblo y todos seguían sus órdenes. Asimismo, ocurrieron sucesos que marcaron épocas, como lo es la fundación de Teotihuacán, la numeración  11 maya, entre otras significativas contribuciones que las culturas mesoamericanas nos dejaron. Hoy en día, parte del legado que las culturas dejaron se encuentra en museos donde es posible apreciarlo y aprender de ello; los pueblos indígenas representan cerca de 11,132,562 habitantes de la República Mexicana y la mayor parte habitan en el sur de México, en estados como Oaxaca, Veracruz y Chiapas, por mencionar algunos. Sin embargo, entre todo este esplendor y desarrollo cultural se interpuso la conquista española. De esta manera, las culturas mesoamericanas perdieron poder, pues la monarquía los dominó y tomó sus tierras. Recibieron tratos inhumanos y degradantes por parte de los peninsulares a lo largo de toda la conquista y la época colonial, prácticamente eran tratados  como animales. Con el paso del tiempo y los esfuerzos de personas, pertenecientes a las 3 generaciones de la lucha por los derechos humanos, se logró el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Desafortunadamente, la situación no ha sufrido gran cambio; estos grupos viajan a las grandes ciudades en busca de nuevas oportunidades, pero seguidamente los discriminan y los hacen menos. Para el CONAPRED, la discriminación “consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo”, y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) reportó que “en México 18 millones de indígenas sufren discriminación debido a su fenotipo, vestimenta, idioma o costumbres”. Asimismo, se estima que el 80% de los pueblos indígenas vive en condiciones de pobreza, donde el 30% de ellos sufren pobreza extrema. El doctor Guillermo Peña, afirma que estas personas pertenecen al sector de la población con mayor índice de violaciones a sus derechos, “aún quedan muchos problemas por resolver y desafíos por cumplir, no sólo por el gobierno, sino también por la sociedad civil” (Peña, G. 2016). En conclusión, el contraste que existe entre el pasado indígena y su vida actual refleja que existen diferencias abismales en lo que respecta a su posición social. En la antigüedad eran una civilización próspera, autosuficiente y preparada, hoy son grupos minoritarios que representan el patrimonio cultural de un país y tristemente son marginados y discriminados. Resulta incongruente que después de una ardua lucha por el respeto de los indígenas, la mayoría de la población mexicana se muestra apática ante esta culturas, a pesar de que se exaltan constantemente estas culturas. Es importante respetar las creencias y proveniencias de las personas, no sólo porque forme parte de una cultura antigua, sino también porque son personas y cuentan con los mismos derechos que nosotros; debemos dar un trato igualitario sin importar quién sea. Convivir con personas que provengan de una comunidad indígena nos puede enseñar grandes cosas acerca de nuestro país, así preservaremos las importantes culturas con las que México cuenta.