Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 476

dimiento al hablar de polifonía enunciativa, su presencia - combinada con otras - revelaría una polifonía pobre sobre la que es necesario intervenir. Por otro lado, en cuanto a la organización de las voces, se observaría la tendencia a hacer hablar a los otros lo que, puede deberse a diferentes causas, entre las cuales nos pa- rece especialmente interesante en el contexto de la enseñanza de la LC, la que plantea que en el estudiante puede actuar una cierta sensación de incapacidad para cambiar las pala- bras de los otros, entre otras cuestiones, porque duda de su comprensión. En cuanto a la toma de distancia, marcada por la frontera neta entre discurso citado y citante, podemos hipotetizar que en los escasos escritos en que esta operación ha sido identificada, ha sido utilizada para validar y justificar la propia interpretación, reformula- da. En este sentido, la elección de la cita no es pura y simple repetición, sino que “se trata de un trabajo reflexivo y evaluativo que redunda en una operación productiva de sentido” Delamotte-Legrand (1996:208) En cuanto a las consecuencias didácticas de este análisis preliminar, es necesario en principio insistir en que los fenómenos de toma de palabra y de diálogo con otras voces no constituyen saberes que vengan dados, por lo tanto, es necesario enseñarlos. Así, tanto las tareas y las consignas que conforman las guías de lectura como las intervenciones didácti- cas que las enmarcan, deberán ser ajustadas para que permitan al estudiante visibilizar la propia voz en los escritos en el concierto de las voces otras, de manera que la construcción de sentido sea el resultado de la participación efectiva del lector y no se vea desvirtuada, limitada a la mera extracción y exposición de un contenido. Estamos así planteando la necesidad de andamiar un proceso que supondría una rup- tura entre una concepción receptivo-reproductiva o reproduccionista de la lectura y una concepción constructiva de la actividad lectiva (Hernández Rojas, 2008). En efecto, las instrucciones que se proponen a los estudiantes deberán permitir el pasaje entre la repro- ducción o el reflejo de las ideas del autor, y una actividad en la cual el proceso de com- prensión se entienda como un fenómeno dialógico en el cual las identidades del autor y del lector permanecen firmes. Por otro lado, la toma de la propia palabra y su clara marcación en los textos produ- cidos implica reconocer el carácter diverso – aunque complementario - de las actividades de comprensión y de producción. Así, que los estudiantes logren reconocer y analizar los procesos enunciativos que se manifiestan en los textos leídos no conlleva per se la posibi- lidad de apropiarse y poner en obra modalidades de escritura que evidencien dichos proce- sos. En este sentido, las propuestas didácticas deberán permitir que las producciones de los 1241