Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 347

j- Un elefante lo escuchó y sintió pena. Entonces corrió a ayudar al león. (Discurso fuente) k- UN – ELEFANTE – LO – ESCUCHO – SINTIO – PENA – Y – LO FUE – A – ALLUDAR (Ejemplo 6) l- un elefante lo escucho y sintio lastima por el (Ejemplo 15) El dominio de los recursos interoracionales en las producciones analizadas alcanza un alto nivel de experticia, semejante al logrado a nivel oracional, y mayor que el manifesta- do con los conectores extraoracionales. Algunas producciones muy pobres a nivel textual, que no contienen más de cinco oraciones, incluyen elipsis y pronombres anafóricos. A partir de los análisis realizados podemos considerar que los recursos textuales extra- oracionales se diferencian de los inteoracionales en los procesos cognitivos implicados. Mientras que la elipsis y la pronominalización anafórica son utilizadas de manera automá- tica y tempranamente formalizadas (ya están presentes en las producciones lingüísticas de los niños desde los 3 años) (Defagó 2009), los conectores extraoracionales no son suscep- tibles de formalización y se desarrollan de manera gradual y con posterioridad a los ante- riores. Cuando la historia narrada se complejiza (al incorporar un nuevo participante) pero los recursos lingüísticos son los mismos, este desequilibrio se compensa apelando a la re- dundancia (reduplicación del OD, por ejemplo). Es de esperar que en una fase posterior se alcance mayor maestría en el uso de los recursos lingüísticos disponibles y las conexiones interoracionales que se establezcan. Aunque consideramos que dicho desarrollo se debe más a la evolución de los modelos mentales que a la incorporación de más recursos lin- güísticos. 3. Interpretación Como resultado de su análisis observamos que existe una asimetría en el desarrollo de los recursos lingüísticos seleccionados. La diferencia entre el desarrollo de las competen- cias en el plano oracional y textual eran esperadas y justificadas desde las indagaciones psicolingüísticas, sin embargo la asimetría que nos interesa se observó entre los diversos recursos usualmente incluidos en el plano textual, entre los recursos lingüísticos extraora- cionales (conectores como pero, sin embargo, entonces, etc. ) y los interoracionales (clíti- cos, elipsis y pronombres). Fue justamente esta asimetría el objeto de nuestra indagación. 347