Congresos y Jornadas Didáctica de las lenguas y las literaturas. | Page 240

Leer el cuento “Continuidad de los parques” de Julio Cortázar y propo- ner un final diferente para dicho cuento. Escribir la resolución del cuento, respetando la trama o no, utilizando el punto de vista de uno de los personajes. No se trata de verdaderas consignas de escritura de invención, como podría supo- nerse a simple vista, porque carecen tanto de un propósito específico como de la compleji- dad propia de los enunciados de las consignas de invención que las emparenta con un pro- blema matemático o con un juego de ingenio (Frugoni, 2006). Aquí, cambiar el final res- ponde más bien a la necesidad de otorgar una especie de espacio recreativo a quienes han resuelto ya la sucesión de consignas previas. Un segundo ejemplo se observa en la resolución de acrósticos. A partir de la lectura de “Continuidad de los parques”, una estudiante propone una grilla articulada en torno a la pala- bra “CORTÁZAR” en sentido vertical, y cada una de las letras que la componen debe cruzar- se con palabras a descubrir a partir de referencias y tantos espacios en blanco por letra faltante. Algunas de las referencias aluden a elementos del cuento; otras responden a la obligación de cruzar palabras que poco tienen que ver con el texto leído; las palabras a completar son Cuen- to, Omnisciente, mujeR, capíTulos, fantÁstico, goZar, novelA y anocheceR. Puede observarse que, una vez más, reaparecen alusiones al género, al tipo de narrador y a los personajes; podría hablarse entonces de una especie de “deteccionismo lúdico”. El tercer tipo de consignas ofrece al formador de formadores un problema bastante más difícil de resolver. Se trata de consignas que comienzan a producirse en una etapa más avanzada de la formación en la didáctica específica o, al menos, una vez que se llevó a cabo un trabajo de discusión, revisión y reformulación de consignas deteccionistas y pseudo-lúdi- cas, esto es, en el momento en que la elaboración de consignas tiende a formularse en vistas a una finalidad –la interpretación del texto– y en el que las actividades tienen un mayor grado de encadenamiento que reduce notablemente la desarticulación inicial. Este tipo de consignas, que podríamos denominar saturadas por la cantidad de opera- ciones simultáneas que presuponen, suele estructurarse especialmente en forma de enunciados interrogativos que encierran una pregunta compleja y abstracta. ¿Qué relación existe…? ¿Qué función cumple…? ¿Qué recurso se utiliza para…? son las formas típicas que encabezan estas tareas en las que es posible observar tal nivel de abstracción que no logran operacionalidad (Riestra, 2008), salvo para aquellos que, como quienes las elaboran, han transitado por algu- nos cursos de teoría literaria y diferentes literaturas. En cierto sentido, se ubican en el extremo opuesto a las consignas deteccionistas, porque lejos de apuntar a la aplicación de un repertorio 240