Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Página 86

cela pequeñísima de la novela negra norteamericana. Exagerando, podría decirse que no han elegido una corriente, ni un autor, ni una obra, sino un personaje: (Philip) Marlowe.” (Gandolfo, 2007: 159) Justamente, la novela de Soriano se nos presenta como el punto de partida para explicar las particularidades del género policial en Argentina y América Latina. Con características propias y genuinas de su espacio de producción surge un género de creciente importancia entre los escritores latinoamericanos, el neopolicial. Entendido como un formato paraliterario que comparte ciertas características con la serie negra. Aparece a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, presentando transformaciones con respecto a policiales tradicionales, para dar lugar a una renovación de los sistemas de expresión. Las categorías propias del género se resignifican: enigma, investigador, crimen, verdad, adquieren ahora formas novedosas. Las particularidades que comparte el neopolicial con la novela negra tienen que ver –siguiendo a Noguerol Jimenez- con una actualización de “sus contenidos con tramas políticas reconocibles para los lectores y narradas en un lenguaje cotidiano, que llega en ocasiones a la irreverencia para denunciar sin tapujos la violencia imperante en la sociedad contemporánea.” (Jimenez, 2008: 174) Al mismo tiempo, existen puntos de contacto en la construcción del detective como “un individuo solitario, cómodo en los ambientes marginales, escéptico ante cualquier forma de autoridad y aferrado a un código de honor propio para resolver los delitos.” (2008: 174) Ahora bien, el neopolicial innova en cier F