Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 682

del saber común. No se trata sólo de la intensa divulgación científica que ofrecen los medios masivos, sino de la devaluación creciente de la barrera que alzó el positivismo entre la ciencia y la información, pues no son lo mismo pero tampoco lo opuesto en todos los sentidos. La diseminación nombra el movimiento de difuminación tanto de las fronteras entre las disciplinas del saber académico como entre ese saber y los otros, que ni proceden de la academia ni se imparten en ella de manera exclusiva. (Martín-Barbero, 2003:20) El tema de la deslocalización de saberes también tiene sus repercusiones en el modo de entender la docencia universitaria. Por ejemplo, hoy ya no es imprescindible que los docentes y estudiantes coincidan en tiempo y espacio para desarrollar una clase o interactuar entre sí. Este hecho pone en jaque los conceptos “enseñar” y “aprender”, tensionando, de este modo, principios y concepciones arraigadas en la formación de muchos docentes. Por otro lado, se puede pensar que una impronta mundial por preservar y guardar todo en dispositivos digitales o en Internet acentúa la problemática. Desde hace décadas, existe el sueño utópico de contar con una biblioteca o repositorio universal (la literatura da cuenta de esto). Ya Vannevar Bush, ingeniero estadounidense, director de la Office of Scientific Research and Development (oficina creada durante la Segunda Guerra Mundial), en su clásico ensayo “As we may think”, publicado en 1945 en Atlantic Monthly, pensó en un dispositivo contenedor de toda la información circulante, con posibles aplicaciones, al que llamó Memex (derivado de la unión de la frase memory extender) y hoy es considerado el precursor de la World Wide Web: 668 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas