Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 179
Las lenguas también configuran y son configuradas por las relaciones sociales. Las lenguas reflejan la mirada del mundo de las sociedades que las hablan y transforman. Al mismo tiempo son herramientas
simbólicas que construyen realidad. Por esta razón no es extraño que
el sexismo de la sociedad también se exprese en los usos de la lengua.
En el caso de las relaciones de género el sexismo se manifiesta a través
de diversas operaciones: invisibilizando, minimizando, excluyendo. La
variedad estándar de lengua que enseñamos los y las profesores/as en
la escuela dista de ser neutra. Podríamos analizar, en el caso del español, el sexismo en varios niveles:
• A nivel léxico (las implicancias del genérico masculino, los falsos duales, las palabras sin equivalentes femeninos o masculinos, las puteadas)
• A nivel de los significados (la mirada androcéntrica y el sexismo se manifiesta en muchos de los significados semánticos
propuestos por la RAE)
• A nivel de los discursos (existen reglas socio-discursivas diferenciadas para varones y mujeres, en donde las formas del discurso femenino está más atravesado por tabús que el masculino, por ejemplo)
A partir de esta breve enumeración queda de manifiesto el vínculo íntimo que existe entre los discursos sociales que en estos momentos nos interesa analizar, la lengua y la literatura, con la reproducción y reafirmación de las relaciones y roles de género.
Sin embargo, como sostiene De Lauretis (1989), los términos de
una construcción de género diferente también subsisten en los
Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas
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