Comunion Revista Comunion nº 31 - 2012 | Page 4

IV Centenario del Comedor del Ave Maria Madrid - España

Este es el lema que hemos elegido para la celebración de IV centenario de la Fundación de la Real Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María, de la cual depende el Comedor del Ave María, ubicado en pleno centro de Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol. Cuarto Centenario que iniciábamos el pasado día 21 de noviembre de 2011 con un desayudo muy especial para las 360 personas necesitadas que acudieron y una sencilla Eucaristía por la tarde en la Capilla del Comedor y que concluiremos el día 18 de diciembre de 2012.

Cuatrocientos años haciendo realidad el deseo de un hombre bueno, San Simón de Rojas, religioso trinitario, que comprendiendo y viviendo el Evangelio quiso hacer vida el encuentro con Dios y María sirviendo, ayudando y amando a los necesitados. Son cuatrocientos años los que han pasado desde que aquel 21 de noviembre de 1.611, en el convento de la Santísima Trinidad de Madrid, este hombre bueno, fundara la Real Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María, conocida popularmente como “el Ave María”, compuesta por seglares. Y trescientos noventa y tres años desde que, el 12 de diciembre de 1.618, dándose cuenta que el aceite para las luminarias a la virgen no era suficiente para vivir el mensaje de Jesús, decidió dar comida a los necesitados.

Y desde entonces, aquí estamos, al pie del cañón, cumpliendo el encargo que él nos mandó: “Dar culto a María nuestra Madre sirviendo y amando a los necesitados”. Y porque han pasado tanto tiempo y seguimos adelante con la misión encargada podemos decir que en el Comedor del Ave María se produce, mañana tras mañana, gracias a la ayuda generosa y a la colaboración de hombres y mujeres el “EL MILAGROQUE NO CESA”.

Según podemos ver en el Archivo de la Congregación en el libro de Acuerdos, “La Congregación del Ave María nace el domingo en la tarde a 21 días del mes de noviembre el año 1.611, fundada por San Simón de Rojas” (Folio 2). “La Congregación comienza con gran actividad. El P. Rojas es ministro de la casa y el P. Juan Bautista es prefecto. Se hacen las primeras reglas de la nueva institución, que son 23. El 22 de mayo de 1.613 la comunidad del Convento de la Santísima Trinidad de Trinitarios Calzados de Madrid se agrega a la Congregación. El 1 de enero de 1.614 se nombra al P. Rojas prefecto de la Congregación; tres años después, el 22 de diciembre de 1.617 se le nombra prefecto perpetuo cargo que el Santo desempeñó hasta su muerte el 9 de septiembre de1.624 (cfr. Folios 80v y 81).

La Congregación no nace para dar comidas a los pobres, sino para dar culto a María, nuestra Madre. Esta es su misión. Por eso la primera parte del lema del Centenario: “400 años con María”. Ella es la que impulsará a los miembros de la Congregación a ampliar la misión: servir a los necesitados, “dando pan y cariño”, segunda parte del lema.

Tienen que pasar siete años, para que los miembros de la Congregación se den cuenta de que “el aceite que se gasta en luminaria para la Virgen se destine a dar de comer a los pobres, lo cual será más acepto a Nuestro Señor y agradable a su Madre Santísima”.

Conscientes de ello el 18 de diciembre de 1.618 nace el Comedor del Ave María. Hasta el año 1.871 las comidas a los necesitados se dan en el Convento de los Trinitarios calzados, y desde ese año se dan en la Casa-Capilla (lugar actual) en una cocina que hizo para esa fecha un maestro de obra.

Pero hablemos del presente del Comedor Ave María que es lo que estamos viviendo como Familia Trinitaria, y es a la vez la realidad de una obra que se ha mantenido durante cuatro siglos con el mismo espíritu de su fundador. Los religiosos, religiosas y laicos con la colaboración de otros voluntarios, respondemos diariamente a la labor encomendada. Una Comisión Ejecutiva, formada por un religioso de cada Provincia Trinitaria, una religiosa de cada Instituto y un voluntario de cada grupo, es la responsable de las distintas actividades que se desarrollan en el Comedor y de la coordinación de todo el voluntariado.

El fin del Comedor es “cubrir una necesidad clara y palpable en Madrid para todas aquellas personas sin hogar o que pasan por nuestra ciudad; la necesidad básica de la manutención”. Con nuestros propios medios y en colaboración con otras Instituciones, ONG, Servicios Sociales Municipales, Samur Social, Caritas y Parroquias, intentamos prestar una atención integral a todas las personas que por unas u otras razones, se encuentran en estado de necesidad y muchas veces marginadas por la sociedad.

Partiendo de esta finalidad, tres son las actividades fundamentales que actualmente se desarrollan en el Comedor:

-La primera y la más importante el servicio diario de un desayuno caliente y un bocadillo a todos los que acuden. Actualmente a 360 personas cada mañana. El desayuno consiste en casi medio litro de café con leche o cola-cao, acompañado de galletas, o magdalenas, o bollos o sándwich y un bocadillo de fiambre, queso, mermelada… Durante el año que acabamos de terminar hemos distribuido 91.697 desayunos y bocadillos.

-La segunda, la Escucha y atención personal una vez ala semana, que consiste en asesoramiento y ayuda para resolver los problemas que estas personas puedan tener. Se atiende a todos aquellos que lo solicitan. Si nosotros no podemos solucionarles el problema que nos presentan las derivamos a otras instituciones. 500 personas atendidas el año pasado. El servicio lo llevan adelante una religiosa de Valencia y una voluntaria. A través de este servicio damos abonos transporte mensuales y bonos metro bus de 10 viajes a aquellas personas que consideramos que lo necesitan para poder buscar trabajo o comenzar a trabajar.

-La tercera, distribución de una bolsa de alimentos (galletas, leche, azúcar, cereales, natillas, arroz, macarrones y espaguetis, botes de tomate y judías verdes, legumbres…) a cinco familias cada semana, un total de 167 bolsas durante todo el año. A otras familias les hemos pagado los alimentos que compran en supermercados.

El Comedor se encuentra en un momento de mucho auge en todos los aspectos, siendo uno de los recursos importantes para los necesitados con los que cuenta Madrid.

Con relación a los medios humanos (voluntariado) hay que indicar que en ningún momento hemos tenido problemas, ya que son muchas las personas que quieren dedicar un poco de su tiempo a los demás. Hay que indicar que todos los días tenemos que decir a alguna persona que no podemos admitirla como voluntaria. Actualmente contamos con 230 voluntarios, adultos, la mayoría, y algunos jóvenes, sin contar los que vienen de forma esporádica, especialmente los sábados. Cada día de la semana participan en el servicio del Comedor entre 12 y 15 voluntarios, ya que son los que se necesitan para que el servicio del desayuno se desarrolle con normalidad. Cada día de la semana le corresponde el servicio a una de las distintas ramas de la Familia Trinitaria; los sábados a los jóvenes de nuestros colegios, parroquias, residencias... El 90% de los voluntarios pertenecen al laicado de las distintas ramas de la Familia Trinitaria.

Los jueves es el día reservado para los voluntarios adultos de la Parroquia San Juan de Mata de Alcorcón y los cuartos sábados del mes a los jóvenes.

Hay que decir que las personas necesitadas que acuden diariamente al Comedor y al Servicio de la Escucha se sienten contentas y satisfechas con la acogida y el trato que se les da, ya que entre nosotros encuentran la atención, el cariño y el respeto que la sociedad le niega muchas veces. Esto es algo importante ya que lo que siempre hemos pretendido es que el Comedor no sea solamente un lugar en el que se va a comer, sino un lugar en el que los necesitados encuentren personas que les quieran y dispuestas a ayudarles.

Mirando al futuro de la Congregación y del Comedor hay que indicar que las perspectivas son buenas, a pesar de que los necesitados vayan en aumento. Y las perspectivas son buenas porque los voluntarios, por lo que se puede observar no van a fallar ya que a todos se les ve con mucha ilusión y con muchas ganas de seguir trabajando a favor de los necesitados; y las personas seguirán ayudándonos con sus donativos.

Esto es algo de lo mucho que se podría decir en torno a esta gran obra, a éste gran milagro. Termino con las palabras de Pedro Aliaga escribirá hace unos meses y que pienso que resumen perfectamente la realidad de la Congregación y del Comedor: “El Ave María es la obra de San Simón de Rojas, que si ha llegado hasta nuestros días ha sido por la enorme fe que aquel fraile trinitario tenía, tanto en la Divina Providencia como en la generosidad de las personas. El Ave María es una obra de la Familia Trinitaria, que reza, convive y trabaja, haciendo aquello en lo que ha sido experta a través de los siglos: ayudar a quien más lo necesita, de una manera sencilla, cercana, concreta, amiga. El Ave María es el resultado de la unión de muchas personas que colaboran con sus donativos, con su trabajo, con su saber estar y hacer, para que cada mañana se produzca el milagro de cada día: el milagro de puertas que se abren para acoger y dar motivos para la esperanza, en la Casa de María, Madre de Dios y Madre nuestra”.

Real Congregación de Esclavos

del Dulce Nombre de Maria

-Comedor Ave María-

IV Centenario

“400 años con María, dando pan y cariño”