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trinitarios, dio vida a la 1ra Asamblea Intertrinitaria, que tuvo lugar en Majadahonda (Madrid) del 25 al 31 de agosto de 1986 y se centro en el tema “Somos Familia” (los días precedentes, se celebró en el mismo lugar y con el mismo argumento la congregación general de la Orden). Fue una reunión preparada a conciencia a través de diversas etapas de estudio y reflexión, de análisis de la realidad, de cuidada programación en vistas a obtener resultados duraderos. Todo un hito para la Familia Trinitaria, como se evidenció en la numerosa y representativa presencia de religiosos, religiosas y laicos de varios países, y, particularmente, en el hondo aliento resultante al espíritu de familia. En consecuencia, el Consejo General de la Orden asumió como programa para el año 1987 el de «impulsar el crecimiento del ser y hacer familia» y para todo el trienio (1986-1989) el de «ayudar y fomentar el progreso en el ser y hacer familia».
Una parte integrante de ese programa era, lógicamente, el fomento de un laicado trinitario renovado y fuerte, necesidad en la que insistió también mucho el P. José, Ministro General. Por ejemplo, convocó un importante encuentro intertrinitario sobre el laicado (Roma, 24-II-1988), que formuló las líneas esenciales de la regla de vida del laicado trinitario. A partir de ahí se fue elaborando el Proyecto de vida del laicado trinitario, texto respaldado por la Santa Sede en el que se reconocen los diversos grupos actuales vinculados a la Orden Trinitaria. Con honda satisfacción lo presentó oficialmente el P. Gamarra el día
de Pascua de 1990, aunque la aprobación por parte de la Congregación de Religiosos no se produciría hasta el 15 de noviembre del año 2000. La segunda Asamblea Intertrinitaria (Athis Mont, París, 18-24 julio 1993) sirvió también para reforzar los lazos de familia y dar un paso decisivo con la constitución del Consejo permanente de la Familia Trinitaria y del Consejo internacional del Laicado Trinitario.
Guia espiritual
El P. José ha dedicado desde que era novel sacerdote una atención especial a la dirección espiritual de decenas y decenas de religiosos y religiosas, sacerdotes, laicos. En particular, han sido muchas las religiosas que se han beneficiado de su sabia dirección espiritual. Sensible a los medios modernos, ha sabido utilizar con soltura los recursos que ofrecían las cintas magnetofónicas, antes, y en los últimos años, Internet, para hacer llegar sus mensajes espirituales a cuantas más personas fuera posible. A lo largo de varios decenios, ha sido uno de los predicadores de retiros y ejercicios espirituales más solicitados por monjas, frailes y grupos cristianos comprometidos.
Toda esa labor la ha desplegado el P. José con particular intensidad a partir de 1995, una vez que, concluida residencia en Roma, se retiró al convento de Salamanca y pudo retomar todas las tareas que había tenido que interrumpir: predicación de retiros y ejercicios espirituales a religiosos, religiosas, grupos
laicales…; atención espiritual al Hogar de la Amistad; escritos y charlas para monjas de clausura; colaboración con el Secretariado Trinitario…. Desde 1995 hasta 2006 ha sido también director espiritual del Colegio Mayor trinitario de Salamanca.
Hoy, con sus 87 años de edad y afectado por la enfermedad del Alzheimer, el P. José Gamarra no puede ejercer actividades físicas. Pero, con su ejemplo y su oración continua –y con rostro inalterablemente sereno y sonriente– continúa siendo un soporte precioso para los hermanos que convivimos con él y, en general, para la Orden y –¿por qué no decirlo?– para toda la Iglesia (en virtud de la comunión de los santos). Consume sus días santamente junto a los sagrados restos de su padre y fundador San Juan de Mata.
Ha entregado su alma a Dios en Salamanca, junto a los sagrados restos del Fundador San Juan de Mata, en la madrugada del domingo 1 de julio de 2012. El lunes, día 2, a las 11 de la mañana se celebró el funeral y el entierro.