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Nuevo Camino Trinitario en la cárcel de Piedras Gordas
Lima - Perú
P. Catalino Asenjo Tello O. SS. T., tuvimos la dicha de preparar y conducir este Camino, que ya es el segundo que se realiza en este lugar, con la autorización de las autoridades del sistema penitenciario.
Detrás de los muros con cercos electrificados, de las puertas y ventanas enrejadas, con la gracia del Espíritu Santo hemos vivido una experiencia fraterna, gozosa y mutuamente acogedora. Hemos recibido el anuncio del evangelio, hemos cantado, bailado, alabado y orado juntos como un solo cuerpo. Hemos compartido el mismo alimento y la misma bebida. Hemos participado de la eucaristía como una sola
familia. Hemos sentido la presencia de Cristo porque estábamos, de verdad, reunidos “en su nombre”.
Y todo ello desde una riqueza particular, desde un don especial entregado por el Espíritu a su Iglesia: el carisma trinitario de los hijos e hijas de San Juan de Mata. La cruz roja y azul de la redención de los cautivos nos ha identificado todos estos días. Cada uno de los caminantes ha sido marcado por esta cruz en forma interior, con la adhesión a la Trinidad y a la Iglesia, y en forma exterior, mediante la imposición solemne de una cruz trinitaria a cada uno. Todo ello será simiente y abono para la labor permanente que ya realiza un grupo de laicos trinitarios con vocación por la pastoral carcelaria, semana a semana, bajo la guía del reverendo P. Ángel García, osst.
Ha sido hermoso escuchar los cantos a todo pulmón de los hermanos caminantes, la mayor parte muy jóvenes, menores de veinticinco años. Treinta y dos peruanos y nueve extranjeros (de Italia, España, Portugal, México, República Dominicana, Argentina y Uruguay) han descubierto que Dios los ama, que son muy queridos y nunca han sido olvidados por él. Las lágrimas de muchos de ellos, las sonrisas de todos, son evidencia de que Él cumple sus promesas, que se hace presente, que espera amoroso al Hijo Pródigo que quiere volver a casa. Fue emocionante ver como la mayoría se ha
En los diecisiete meses que llevo aquí es la primera vez que me he sentido nuevamente una persona con dignidad”. El emotivo testimonio de un interno del penal Ancón II de Lima (conocido como Piedras Gordas II), resume muy bien la labor de redención que la Familia Trinitaria del Perú, ha llevado a cabo en el Camino Trinitario vivido los días 10 y 11 de marzo de este año en el interior del penal.
Cuarenta y un internos junto con una religiosa y cuatro laicos (entre estos últimos dos asistentas sociales del penal), han vivido esta maravillosa experiencia de encuentro con Dios Trinidad que les ha devuelto la esperanza, la alegría y la libertad interior. Un equipo de dieciséis laicos con la asesoría espiritual del