Un ejemplo claro de asertividad es el siguiente:
Estás en un restaurante, y pides una comida sin
cebolla.
El mesero sin embargo, te trae justo la comida
que pediste, pero haciendo caso omiso a tu
advertencia, y solicitándola al chef con
abundante cebolla.
Una persona pasiva, aceptaría la comida de
forma sumisa, y la consumiría incluso si no es
de su agrado.
Una persona agresiva (el otro extremo de la asertividad) se enojaría y trataría mal
al mesero, al chef y a todo el que esté cerca.
Sin embargo, una persona asertiva, no se dejaría llevar, ni por la ira, ni por el
criterio de otros.
De forma muy educada, le haría saber al mesero
que su pedido no fue entregado a satisfacción, y
solicitaría que lo cambiaran.
Otro ejemplo puede ser el adolescente cuyos
amigos lo invitan a una fiesta que no quiere ir y
acepta.
Lo que ocurre es que carece de asertividad, pues
no debería aceptar ir donde no quiere.
Ser asertivo no es ser maleducado.
Hay que tener esto muy en cuenta cada vez que empieces a cuestionar tu
asertividad.
Si la asertividad que practiques no incluye respeto y tolerancia hacia los demás,
no es asertividad. Posiblemente es atrevimiento.
https://www.sebascelis.com/la-comunicacion-asertiva/