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JOHN FISHER
y posteriormente en el asedio de Gibraltar, tenía ya el grado de capitán
cuando fue nombrado intendente de Arequipa en 1784.3 Si bien fue, por
lo tanto, el primer titular del cargo, no llegó a Arequipa sino hasta noviembre
de 1785, y en el ínterin éste fue ocupado por el candidato no confirmado
de Escobedo (Menéndez), quien fue subsig uientemente nombrado para
Huamanga. Después de este comienzo algo confuso, Álvarez resultó ser
uno de los más vigorosos y exitosos miembros de la primera generación
de intendentes.
Mostró particular celo por emprender una detallada inspección de su
provincia entre 1786 y 1794, demostrando tal vez inadvertidamente cuán
poco práctico era el requisito de la ordenanza de intendentes que estipulaba que las visitas fueran anuales, dadas las dimensiones de esta empresa.4 Aunque fastidiado por tener que suavizar su acostumbrada tosquedad
militar al tratar con ciudadanos locales prominentes —en 1787 se quejó
de que Escobedo le hubiese aconsejado que ignorase la usurpación de
tierras realengas, por temor a irritar a los ciudadanos prominentes de Arequipa—, también logró movilizar el respaldo municipal para la reconstrucción de los edificios públicos luego del gran terremoto de 1784.5 En
1795, el arribo de la noticia de su reemplazo hizo que el Cabildo lamentara
la inminente pérdida de su “protector declarado”.6
Tras realizar otros servicios militares —en 1796 alcanzó el grado de
coronel, y el de brigadier en 1798—, fue gobernador de Chiloé en 18041812. Uno de sus hijos —Antonio María Álvarez— combatió por la causa
realista durante el periodo revolucionario y fue brevemente presidente del
Cuzco en 1823-1824, con el rango de mariscal de campo. Antonio María
permaneció en su puesto hasta el arribo de Gamarra (el 25 de diciembre
de 1824) y luego regresó a España junto con otros capitulados.
ESCOBEDO
LOS INTENDENTES
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GÁLVEZ 7
Nacido en Ecija (Andalucía) en el seno de una familia terrateniente, Gálvez
llegó al Perú en 1781 como secretario del virrey Jáuregui, después de una
breve estadía en la corte. Ejerció este cargo hasta 1784, cuando asumió
su puesto (en octubre) como el primer intendente de Tarma, en donde promovió enérgicamente una serie de programas de mejoras municipales y
administración pública, fundando o reviviendo cabildos en Tarma, Huánuco,
Conchucos y Jauja como una forma de conseguir el respaldo de las elites
locales para la revitalización del gobierno local.8 Al igual que Álvarez en
Arequipa, Gálvez se tomó muy en serio su obligación de emprender visitas detalladas de la provincia, remitiendo a la Corona ya en octubre de
1786 una serie de informes globales —varios de los cuales fueron posteriormente publicados en el Mercurio Peruano— acompañados por un mapa general de la provincia y otros mapas más detallados de cada partido.9
En Tarma misma abrió un nuevo cementerio municipal, y otro logro
importante fue la recolonización del fértil valle de Vitoc en 1788, que
había sido abandonado casi cincuenta años antes debido a la rebelión de
Juan Santos en 1742.10 La prominencia alcanzada por el intendente
durante el tiempo que pasó en Tarma, conjuntamente con el respaldo
que diera a los exitosos intentos por incrementar la producción de plata
en Cerro de Pasco (el centro minero más importante del virreinato luego
de la pérdida de Potosí, en 1776), convencieron al rey de transferirlo en
1793 a la más problemática intendencia de Huancavelica, en donde trabajó entre 1794 y 1805.11 Durante sus primeros años allí la producción de
mercurio se incrementó considerablemente gracias a que continuó con la
7.
Mendiburu, Diccionario, 4: pp. 7-9.
8.
(Juan María) Gálvez a (José de) Gálvez, 18 de abril de 1785, AGI, Lima, Leg. 763;
Mercurio Peruano, Nos. 162 (22 de julio de 1792), 258 (23 de junio de 1793) y 259
(27 de junio de 1793).
9.
Gálvez a Sonora, 17 de octubre de 1786, AGI, Lima, Leg. 646; en febrero de 1788
el intendente se quejó de que aún no se acusaba recibo de 25 de los 30 informes que
enviara a Madrid desde que asumiera su cargo, incluyendo los referentes a la visita:
Gálvez a Valdés, 18 de febrero de 1788, AGI, Lima, Leg. 1120.
Véase el apéndice 2
3.
Título, 2 de febrero de 1784, AGI, Lima, Leg. 630.
4.
Los informes originales se encuentran en AGI, Lima, Legs. 805 y 806. Las versiones
publicadas figuran en Barriga, Memorias.
5.
Álvarez a Escobedo, 29 de enero de 1787, AGI, Lima, Leg. 806; Álvarez a Gálvez,
31 de diciembre de 1785, AGI, Lima, Leg. 1117.
10. Los detalles de ambas iniciativas fueron publicados en el Mercurio Peruano, Nos. 8
(27 de enero de 1791) y 107 (12 de enero de 1792).
6.
Informe del Cabildo, 19 de diciembre de 1795, AGI, Lima, Leg. 1120.
11. Título, 22 de octubre de 1793, AGI, Lima, Leg. 630.