Comportamiento revista clau | Page 22

Hoy en día, liderazgo tiene que ver con fijar los objetivos de la organización y alinearlos con las necesidades individuales de las personas que la componen, para conseguir que dichos fines sean asimilados como propios, por cada uno de los miembros del equipo. El líder moderno ha de organizar y supervisar las acciones a llevar a cabo por su unidad, pero dejando libertad de ejecución, debe aprender a delegar. Debe, sobre todo, motivar y estimular a sus colaboradores.
Los líderes asertivos comparten una serie de rasgos esenciales: autoconfianza, integración en el grupo, estabilidad emocional, responsabilidad, adaptación al cambio, entusiasmo, inteligencia y competencia técnica. Es así pues, como surgen cinco modelos diferentes de dirección:
• Abúlico: clásico ejemplo de jefe vago, inconsistente e inepto que delega de forma indiscriminada y sin control, únicamente hace política para justificar su estatus.
• Manipulador: astuto, observador, hábil y extrovertido. Aparenta consultar los objetivos con el grupo, pero en realidad las decisiones ya están tomadas. Ofrece favores para que las personas estén en deuda con él y de este modo poder controlarles, influyendo en sus decisiones.
• Participativo: constante, trabajador, responsable, maduro y eficaz. Técnicamente competente y con extraordinaria dedicación al trabajo. Pide colaboración sincera a sus subordinados. Admite sugerencias y críticas. Es empático, sabe ponerse en el lugar del otro. Felicita mucho y critica poco, si bien exige responsabilidades. Tiene la admiración, aprecio y respeto del grupo que confía en su criterio.
• Autoritario: déspota, absorbente, doctrinal, inflexible y humillante. Lo basa todo en el principio de autoridad. No tiene en cuenta las opiniones de sus subordinados. No aclara dudas. Es egocéntrico, agresivo y padece de indiferencia afectiva.
• Paternalista: es amable, social, conciliador, cercano y cordial en el trato. Toma la mayor parte de las decisiones. Elevada autoestima y autoconfianza. Se comporta casi como un padre que tutela a sus hijos. Es sobreprotector, haciendo que los empleados se sientan inferiores.
Participativo. Este estilo ya había sido definido con anterioridad( 1960) por McGregor en su Teoría X e Y, basada en las aptitudes que actúan en un líder, en las fuerzas que actúan en los seguidores y en el marco de interacción de uno y otros.
Así, el líder participativo o Y permite compartir las decisiones, ya que su estilo da libertad a los subordinados. Emplea el menor grado de control posible y se preocupa de las interrelaciones internas del grupo. Anima a su equipo a opinar, informar y participar en la toma de decisiones, lo que supone una retroalimentación informativa constante. La mayoría de las personas suelen mostrar una productividad más alta cuando se les concede más libertad, ya que así obtienen un reconocimiento de sus tareas y una satisfacción personal.
Es un liderazgo muy orientado a las personas como elementos fundamentales de las organizaciones. Sensible a las necesidades del individuo, que entiende que liderar es servir y debe estar presente para ayudar y formar a su personal. Comprometido con valores como la ética profesional, la moral y la honradez. Democrático y que delega, pero con el grado de supervisión y control adecuados. No es difícil concluir que el liderazgo, así entendido como potencia del desempeño, convirtiéndose en un factor clave en la salud organizacional.
Las empresas del mundo digital están liderando esta transición hacia la organización bimodal, creando una nueva“ dimensión social” que da a sus organizaciones nuevas capacidades para adaptarse a los cambios, gestionar la creciente complejidad y conectar con el genio colectivo de las personas de la organización.
Referencias Bibliográficas
Nietzsche, F. W., Also sprach Zarathustra: Ein Buch für Alle und Keinen,( 1883-1885)
Maxwell, J. C., The 21 irrefutable laws of leadership., Nashville, TN., Grupo Nelson, 2007.
Goleman, D., Inteligencia Emocional, Editorial Kairos, España, 1996, ISBN: 9788472453715
Evidentemente, el liderazgo que reclamamos para el siglo XXI se parece mucho al aquí definido como
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