Aun cuando no se te otorga un puesto alto, es posible que dejes relucir tus habilidades de liderazgo. “Aprovecha el poder que realmente tienes”, dice Janice Shack-Márquez.
Hay ciertos aspectos que te pueden ayudar a demostrar ese liderazgo que portas dentro, tales como:
Construir relaciones: dale a tus compañeros las confianza necesaria para que recurran a ti cuando necesiten ayuda y orientación. No olvides que ser empático es clave para un líder.
Interpreta papeles: comparar las tareas de los superiores con las tuyas puede ser buena idea, pues te permitía diferir en qué aspectos podrías empezar a trabajar para mejorar. Una vez analizados los aspectos, ve más allá y haz propuestas de soluciones a la empresa.
No le temas a la retroalimentación: ve a por todo y no temas fallar, sé abierto y no temas a los comentarios y las críticas.
Comunícate con claridad: ser totalmente claro y conciso a la hora de expresar tus conocimientos es vital.
Por último, registra tus logros. Asegúrate de que todos alrededor estén conscientes de tus capacidades de liderazgo.
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¿Cómo demostrar liderazgo aunque no seas jefe?