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SABERES DEL SABOR.Un festin interdisciplinario

El reencantamiento de la alimentación a través del fitness
En este punto, se han definido los alimentos que forman parte de la alimentación fitness; sin embargo, existe
una serie de normas en la alimentación de este estilo de vida.
La comida frita es el primer renglón que aparece entre los entrevistados como alimentos que bajo ningún
motivo deben formar parte de la alimentación fitness. Adicionalmente, las frutas deben consumirse completas y no
en jugo, las carnes rojas deben comerse en bajas cantidades y que los únicos postres aceptados son el chocolate
compuesto por 70% cacao o la gelatina light. Vale la pena rescatar que todos los entrevistados comentan que sus
alimentos son cocinados sin sal.
Esta serie de normas y restricciones puede asociarse con el reencantamiento alimentario en la modernidad, de
la que Herrera menciona:
No es de extrañar entonces que los sentimientos y sensaciones que el comensal
moderno experimenta ante el seguimiento de las prescripciones y la trasgresión
de las proscripciones nutricionales tengan una fuerte impregnación religiosa...
despiertan sentimientos profundamente religiosos que nos permitirían hablar más
que de una secularización de la alimentación de un reencantamiento alimentario
(Herrera, 2009: 5)

Y justamente, en la medida que los entrevistados comentan de las normas en la alimentación fitness, también
comentan sobre sus pecadillos alimentarios y el disfrute que les proporciona:
Pregunta
¿Qué
comer?

C

disfrutas

“Me encanta pizza”

R
“Pasticho o pollo en brasa”

N
“Pan, todos los tipos”

“Es una satisfacción al
“Satisfacción enorme. Es
¿Qué
sientes “Yo voy a cualquier sitio y
máxim o, es demasiado rico, y
un gusto que uno se da
cuando comes algo tengo que probar la pizza de
no me importa y me lo voy a
porque siempre comiendo
que te encanta?
ese sitio”
comer, y mañana me saco la
lo mismo”
chicha”
Tabla 5. Pecadillos alimentarios fitness.

Sobre lo cual, Herrera indica lo siguiente:
Ese debate entre el placer y la salud que observa Fischler (1995: 223-224), aquí
se muestra como tensión entre “lo que realmente te apetece” y el imperativo
dictado por “los hidratos de carbono, no sé qué y tal y cual”, entre “satisfacerte”
y satisfacer los cánones –ya internalizados- promulgados por los expertos en
nutrición (Herrera, 2009: 7)
En este sentido, la alimentación fitness resignifica los alimentos en función de los beneficios que otorgan para
alcanzar un objetivo corporal y con ello, genera una serie de alimentos tabúes, que de alguna manera permiten volver
a sentir picardía frente a la posibilidad del acercamiento entre los sentidos y aquello que está prohibido. Una vez más,
los alimentos expresan creencias, esquemas aprendidos y cultura.

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