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FORMALIZAR PARA CRECER Y VIVIR SEGUROS 29
para que ayudaran al Presidente a elegir una de las dos
alternativas que tenía entre manos: el ajuste económi-
co inmediato es decir el “shock” o el ajuste gradual sin
“shock”. Los tres fueron persuadidos de que el rescate
financiero del Perú era un asunto de seguridad hemisfé-
rica y de supervivencia de un país democrático atacado
por el terrorismo, pues el Perú estaba librando una gue-
rra por la libertad y la democracia contra el comunismo,
y que no podría ganarla sin apoyo internacional.
El 30 de junio los tres altos funcionarios se reunieron
con el presidente Fujimori y conmigo y nos aseguraron
que estaban dispuestos a ayudar al Perú para salir de
su aislamiento financiero y de la grave crisis económica.
Aquella noche, el Presidente peruano optó por la opción
del shock y las reformas económicas.
Al día siguiente, el diario estadounidense The New York
Times, publicó como noticia destacada el siguiente ti-
tular: “Nuevo líder del Perú llega a un acuerdo con el
FMI”. Y el 2 de julio, el corresponsal de la revista Ca-
retas en Nueva York informó que la propuesta peruana
(entregada por mí al FMI) consideraba que en el Perú
“la economía de mercado no funciona para los más po-
bres” y que por eso esta propuesta había sido diseñada
pensando en las necesidades del “sector informal y la
población marginada”.
mía sino del Presidente mismo. La transición a una eco-
nomía de mercado requiere cambios y el cambio es un
asunto político —como probaron los Founding Fathers
que crearon EE.UU. o las reformas económicas de Abra-
ham Lincoln durante la Guerra Civil, o la reforma te-
rritorial del General MacArthur en el Japón de la post-
guerra, o las reformas de mercado de Den Xiaoping en
China.
Con aquella decisión dura y traumática, el Perú, que ha-
bía vivido décadas de constantes ajustes antipopulares
que no resolvían nada, ya no necesitó hacer más ajustes
en el futuro. Y a partir de entonces comenzó el despegue
de la economía peruana que produjo, años después, el
mayor logro de nuestra historia republicana: el creci-
miento económico sostenido y la reducción de la pobre-
za y la desigualdad como nunca antes.
Columna V
Las puertas se siguen abriendo
Esta historia cubre solamente hasta 1992, cuando ya era
obvio que Sendero Luminoso había sido definitivamen-
te derrotado, por valerosos y heroicos campesinos en el
campo, donde se libraron las grandes batallas de la gue-
rra antiterrorista y murió el 98% de las 70 mil víctimas
de la violencia. Ese mismo año, aislado y sin un sólo
guardia de su Ejército que lo defienda, el líder de SL,
Abimael Guzmán, fue capturado en Lima finalmente
por tres brillantes policías.
Pero nosotros hemos seguido escribiendo nuestra histo-
ria, una historia que va de la mano con la importancia
de la formalización en 40 países del mundo.
Primera plana del New York Times del 1 de julio de 1990 donde se anun-
cia el acuerdo entre el Perú y el FMI.
La propuesta también incluyó un compromiso para que,
durante los primeros años de reformas, por cada medi-
da de ajuste que aprobara el Ministerio de Economía
y Finanzas (MEF), Palacio de Gobierno aprobaría tres
medidas a favor de los excluidos. Esto fue aceptado por
el FMI.
Y esta es una de las principales razones por las que el
ajuste estructural en el Perú funcionó tan bien: reco-
nociendo que las correcciones eran en su beneficio, el
ciudadano común apoyó el ajuste. Cualquier transición
hacia una economía libre es, esencialmente, una tarea
política. Los peruanos recibieron el mensaje desde el
más alto nivel de gobierno; no del Ministro de Econo-