Como agua para chocolate
Laura Esquivel
Con las manos, o utilizando un tenedor se desbarata la levadura en un cuarto de kilo de
harina, agregándole poco a poco media taza de leche tibia. Cuando están bien incorporados
los ingredientes se amasan un poco y se dejan reposar en forma de bola, hasta que la masa
crezca el doble de su tamaño.
Justo cuando Tita ponía la masa a reposar, Rosaura hizo su aparición en la cocina. Venia
a pedirle su ayuda para poder llevar a cabo la diet a que John le había recetado. Desde hacía
unas semanas tenia graves problemas digestivos, sufría de flato y mal aliento. Rosaura se
sintió tan apenada por estos trastornos que inclusive tuvo que tomar la decisión de que
Pedro y ella durmieran en recámaras separadas. De esta manera aminoraba un poco su
sufrimiento al poder desalojar ventosidades a su antojo. John le había recomendado
abstenerse de alimentos tales como raíces y legumbres y realizar un activo trabajo corporal.
Esto último se le dificultaba por su excesiva gordura. No se explicaba por qué desde que
regresó nuevamente al rancho habla empezado a engordar tanto, pues seguía comiendo lo
mismo de siempre. El caso es que le costaba un trabajo enorme poner en movimiento su
voluminoso y gelatinoso cuerpo. Todos estos males le estaban acarreando infinidad de
problemas, pero el más grave era que Pedro se estaba distanciando de ella cada día más. No
lo culpaba: ni ella misma soportaba su pestífero vaho. Ya no podía más.
Era la primera vez que Rosaura se abría, de capa con Tita y trataba estos temas con ella.
Inclusive le confesó que no se le habla acercado antes por los celos que le tenia. Pensaba que
entre ella y Pedro había una relación amorosa, latente, escondida bajo las apariencias. Pero
ahora que veía lo enamorada que estaba de John, y lo cercano de su matrimonio con él, se
habla dado cuenta de lo absurdo que era seguir guardando este tipo de recelos. Confiaba en
que aún era tiempo para que entre ellas surgiera una buena comunicación. ¡La verdad, la
relación RosauraTita hasta ahora había sido como la del agua en aceite hirviendo! Con
lágrimas en los ojos le rogó que por favor no le guardara rencor por haberse casado con
Pedro. Y le pidió su consejo para recuperarlo. ¡Como si ella estuviera para darle ese tipo de
consejos! Con pena, Rosaura le comentó que Pedro tenía muchos meses de no acercársele
con intenciones amorosas. Prácticamente la rehuía. Esto no le preocupaba mucho, pues
Pedro nunca había sido muy dado a los excesos sexuales. Pero últimamente no sólo eso, sino
que detectaba en sus actitudes un abierto rechazo a su persona.
Es más, podía precisar exactamente desde cuándo, pues lo recordaba perfectamente. Fue
la noche en que el fantasma de Mamá Elena había empezado a aparecer. Ella estaba
despierta, esperando que Pedro regresara de un paseo que habla salido a dar. Cuando
regresó, casi no le prestó atención a su historia del fantasma, estaba como ausente. Durante
la noche ella había tratado de abrazarlo, pero él, o estaba muy dormido o fingió estarlo, pues
no reaccionó a sus insinuaciones. Más tarde lo había escuchado llorar quedamente y ella a
su vez había fingido no oírlo.
Sentía que su gordura, su flato y su mal aliento definitivamente estaban alejando a Pedro
de su lado cada día más y no le veta solución. Le pedía por lo tanto su ayuda. La necesitaba
como nunca y no tenía a nadie más a quien recurrir. Su situación cada día era más grave. No
sabría cómo reaccionar al «qué dirán» si Pedro la abandonaba, no lo resistirla. El único
consuelo que le quedaba era que al menos tenla a su hija Esperanza, ella tenía la obligación
de estar a su lado para siempre.
Hasta este momento todo iba muy bien, las primeras palabras de Rosaura habían causado
estragos en la conciencia de Tita, pero en cuanto escuchó por segunda ocasión cuál sería el
destino de Esperanza tuvo que hacer un soberano esfuerzo por no gritarle a su hermana que
esta idea era la más aberrante que había escuchado en toda su vida. No podía iniciar en
estos momentos una discusión entre ellas que diera al traste con la buena voluntad que
sentía de compensar a Rosaura del daño que le estaba causando. Así que en lugar de
externar sus pensamientos, le prometió a su hermana prepararle una dieta especial para
ayudarla a bajar de peso. Y amablemente le proporcionó una receta de familia contra el mal
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