comision nacional de proyectos mexico-progresa-2018 | Page 28
Otro aspecto del sector
a tener en cuenta es la
producción orgánica,
sin insumos de sínte-
sis química. Dada la
creciente demanda, a
finales de la década
del ochenta, México
aumentó este tipo de
producción agrícola, y
así pudo satisfacer las
necesidades de paí-
ses desarrollados que
por sus condiciones
climáticas no podían
cultivar. Las principales
regiones donde se dan
este tipo de cultivos
son Chiapas y Oaxaca.
Durante el año 2017
se siguió la política de
que el campo tam-
bién tiene que ver con
ciencia, innovación
y tecnificación. Esto
como estrategia para
hacer competitiva la
agroindustria mexicana
respecto a los países a
los cuales exporta.
Con la entrada del nue-
vo gobierno hay un
desafío por mantener
lo hecho hasta ahora.
El gobierno saliente
dejó el Plan Agrícola
Nacional 2017-2030
como hoja de ruta que
busca alinear a los
distintos actores del
sector agroalimentario.
En el documento se
eligieron treinta y ocho
cultivos estratégicos
para alcanzar el ob-
jetivo. Así mismo se
diseñaron las políticas
y estrategias para suplir
el consumo interno,
aprovechar las opor-
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tunidades en mercados extranjeros y mejorar la
competitividad del sector.
Es necesario según esta estrategia privilegiar
e incentivar la producción en las regiones que
tengas ventajas competitivas por sus condiciones
climáticas y de logística. Al final se espera que
este sentido estratégico de la producción agrícola
mexicana logre reducir los costos de producción
y distribución con la focalización en los cultivos y
las regiones indicadas.
México debe asumir el reto de mantener su lide-
razgo como productor y exportador agrícola. Lo
logrado hasta ahora en esta materia es meritorio,
pero quedan asuntos por atender. La diversifica-
ción es un paso necesario para
hacer más fuerte el mercado y
no quedar a merced de otras
variables que lo afecten.
También deben abrirse nuevos
mercados que lo hagan menos
dependiente de la demanda
estadounidense, permitiéndole
aumentar el valor de las expor-
taciones de agroalimentos que a
su vez impacten en el número de
empleos del sector.
En 2030 la bandera
de la soberanía
y la seguridad
alimentaria deberá ondear
en todo el territorio nacional,
brindándoles a sus habitantes
la posibilidad de adquirir
alimentos de calidad a
precios justos.
El país no puede dejar de dina-
mizar este sector. Estar a la van-
guardia tecnológica y comercial
es primordial para mantener lo
logrado hasta ahora. Muchas per-
sonas dependen de sus empleos
como cultivadores, transportadores o procesado-
res de alimentos. El efecto de las ganancias de
este sector se irriga a toda la economía.
Las actividades agrícolas y pecuarias sostienen
muchos otros sectores que dependen directa-
mente de ellas. El alimento es esencial para el
desarrollo de una nación, pues en su soberanía
se encuentra gran parte del progreso. La produc-
tividad de la tierra será lo que sostenga a México
en medio de las crisis y los embates del mercado.
Con la diversidad de suelos y cultivos del país
es casi seguro que podrá lograrse el objetivo
de consolidación en mercados internacionales y
abastecimiento de la demanda interna.
Crecimiento sostenido de la industria agroalimentaria