Colectivo Fotográfico Zasqua | Page 28

Hay una serie de habilidades que se adquieren durante los años pre-lectores que se tendrán que activar después para poder llegar a ser lectores competentes. Son de dos tipos: las habilidades de decodificación y las habilidades de narración. Estas nos van a permitir transformar aquello que vemos impreso y comprender lo que hay en el papel. Por tanto, estas habilidades nos ayudan entender los mecanismos por los que las letras representan los sonidos de las palabras.

El cerebro lector

Si hacemos un pequeño zoom al centro de control superior para saber qué ocurre dentro nuestro “cerebro lector” veremos que hay distintas áreas involucradas en la lectura. De acuerdo con el neurocientífico Dehaene (2013) podemos encontrar que hay una primera área que es el circuito visual, una segunda que es la “caja de las letras” -que conecta la entrada visual con las redes del lenguaje- y por último está el área de las redes del lenguaje conformadas a su vez por dos sub-áreas: la red léxica y la red fonológica. Cuando una palabra entra a nuestro cerebro lector a través del circuito visual, lo primero que hacemos es descomponerla; por tanto, no leemos palabras enteras, sino, que descomponemos la palabra. ¿Cómo la descomponemos? Tenemos la palabra entera y la descomponemos en morfemas y después en sílabas, posteriormente la descomponemos en fonemas. Así la palabra se conecta a la caja de las letras a través de las redes del

lenguaje, la léxica que permite leer las palabras de uso frecuente y de ahí se pasa de la descomposición a la significación y la producción fonética. Es en este momento se activa la red fonológica que se usa exclusivamente cuando aprendemos a leer y lo que hace es producir fonológicamente el sonido de cada una de las letras para acabar componiendo la palabra.

“Aprender a leer sólo es posible por la plasticidad del diseño cerebral, y cuando se logra, el cerebro del individuo cambia para siempre”

Maryanne Wolf.

Entonces, ¿por qué leer?

Para Blomm (2000) crítico y teórico literario estadounidense, es importante presentar la lectura como un pasatiempo, algo divertido, a nadie se puede obligar a leer, no hay nada más “desmotivante” que eso. Es necesario resaltar en los jóvenes de esta época, que leer es una oportunidad que uno se da en la vida para conectarse con el mundo, de tener experiencias significativas, de sentirse identificados con los otros, de conocer lugares sin viajar, de configurar otra visión de la