Colombia es uno de los tantos países de América Latina que en su cocina tiene elementos de Europa, África y de las culturas precolombinas que habitaban allí. Hubo una mezcla y con él una variación enorme de platos. Esta es la razón de que cada región del país y departamento tiene su plato insignia.
No hay un plato determinado en sí, que represente a toda Colombia, pues cada región es de un clima, costumbres y población diferente. La altura influye porque por cada piso térmico se cultivan diversos alimentos. No tendremos la misma comida de Bogotá porque en Cartagena es un terreno plano de clima calido. Pero si una ciudad hacen los mismos platos típicos que la otra, no se disfrutará el sabor característico de donde proceden.
La gastronomía andina se divide a la vez en varias subregiones: la región tolimense, que en su plato emblemático se encuentra la lechona y el tamal, en la región del altiplano cundiboyacense el ajiaco, una variante de caldo y postres. Antioquia sería más un epicentro culinario, porque la bandeja paisa ha sido elegida muchas veces como la que represente al país.