leeremos, e intentaremos detectar posibles errores, la frase número 1
del primer escrito. Así sucesivamente con todos. Continuaremos
haciendo la ronda de las demás frases hasta que se agote el tiempo”
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Cada escrito se proyecta sobre la pizarra blanca velleda y se hace visible a todos.
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Todos los alumnos intervienen en la corrección y aportan sus argumentaciones.
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Siempre bajo un orden de intervención.
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También es válido enriquecer las frases con sinónimos y vocabulario más preciso,
si por su sencillez no se les observan errores.
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También es válido resaltar las expresiones o léxico destacables por su alto nivel
lingüístico.
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Tan importante es detectar errores como explicar el porqué del error. Puede darse
el caso de detectar el error de forma intuitiva: eso también es válido.
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El profesor, va subrayando lo que observan los propios alumnos y modifica según
aportaciones de todos.
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La actividad finaliza y todos tenemos la sensación de haber aprendido
algo más.
Cuando llegamos a casa, contamos a la familia lo mucho que nos
gustan nuestras clases del idioma que estudiamos…