Clase Empresarial.MX Octubre 2019 | Page 28

El imperio de los sentidos en el marketing Ante el paradigma actual en que las marcas desean dejar huella en los consumidores, el uso de los sentidos, en especial del olfato, para identificarlas, es un recurso muy potente Durante mucho tiempo, el marketing se enfocaba a lo racional, a la comunicación que se daba en una sola vía. Pero gracias a la constante exigencia del público, este tuvo que evolucionar a algo más, algo que permitiera establecer un vínculo fuerte entre la marca y el consumidor, yendo más allá de la razón. El marketing sensorial apela a las emociones del comprador. Busca impactar directamente los sentidos para despertar sus deseos y así generar una necesidad. Como marca, no se debe descuidar la importancia del punto de venta, pues este conlleva una serie de experiencias sensoriales de manera inevitable: iluminación, sonido, limpieza, olor, temperatura. Estos factores, que a priori pueden venir dados por el propio espacio, pueden y deben ser tenidos en cuenta desde el punto de vista del marketing sensorial, de cara a que la experiencia de compra sea placentera para el consumidor, a través de sus cinco sentidos. Cabe resaltar que, estudios científicos demuestran que, las personas recuerdan el 1% de lo que palpan, el 2% de lo que oyen, el 5% de lo que ven, el 15% de lo que degustan y el 35% de lo que huelen. Estos resultados no son sorprendentes pues, el sentido del olfato es el más antiguo de todos y, por tanto, almacena las experiencias asociadas al mismo en un área primitiva del cerebro: el córtex prefrontal. Esta parte del cerebro tiene mucho que ver con la toma de decisiones. Gracias a estos estímulos sensoriales por parte del olfato, se puede decir que este es el sentido principal para “enamorar” o no a un cliente. 27 • @revistaclaseempresarial Marketing olfativo El olfato es uno de los sentidos más eficaces dentro del marketing sensorial. Este permite al cliente asociar un olor a una marca concreta, lo que hará más fácil el recuerdo de dicha marca en la mente del consumidor. Si el conjunto de la experiencia de compra ha sido agradable, como el recuerdo que provoca un aroma, hará que la marca ocupe un lugar privilegiado en el imaginario del consumidor durante mucho tiempo. Y es que, el marketing olfativo no sólo se limita a los puntos de venta, sino que alcanza también a los ambientes de trabajo, centros de negocio o centros educativos con el objetivo de generar un ambiente que favorezca el rendimiento de los trabajadores. Ahora no se trata tan sólo de vender por vender, sino de emocionar, generar un apego por parte del consumidor. Desde la creación de logotipos que llamen la atención, al efecto que producen en nosotros los sonotipos, como el de inicio de Windows, y los odotipos, es decir, los aromas corporativos que usan muchas empresas. Sólo así serán capaces de enamorar a sus consumidores y despertar una predilección por la marca.