El negocio más allá de
la vida
La muerte está presente en todos los rincones, desde una celebración pu-
ramente mexicana, hasta convertirse en toda una industria importantísima
para la sociedad, la cual también se ve amenazada por la informalidad
La muerte es inevitable. Está en todas partes y significa el destino final de todas las personas en el mundo.
En México, en especial, se le venera y respeta, a tal grado, de formar parte de las más arraigadas tradiciones
que se celebra año con año.
El “Día de Muertos” provoca que se popularice la parte más “dulce” de los decesos, pero dejando de lado
estas festividades, la muerte de los seres queridos se ha colocado como un nicho muy específico para ciertas
empresas, cuyo objetivo es otorgar un descanso digno y una despedida memorable para las personas.
Tan sólo en 2017, la parca otorgó a estos negocios 703,047 ’clientes’ (56.1% fueron hombres y 43.8%
mujeres), esto de acuerdo al último registro de defunciones disponible en el Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (Inegi).
Los negocios funerarios se han ido adaptando y diversificado para eficientar sus servicios de cremación,
pues gracias a los avances tecnológicos se ofrecen nuevas sustancias que permiten una mayor conservación
de los cuerpos. También han ido mejorando en la normatividad que regula la actividad de funerarias y
cementerios, con la finalidad de tener más control y calidad en los servicios que se brindan a la ciudadanía.
Informalidad, la ‘guadaña’ en el sector
En el país es más común ver competencia desleal entre las pymes, y el sector funerario no es la excepción.
En el mercado mexicano, este negocio representa 12 mil millones de pesos al año y está conformado por
5,000 negocios, de los cuales 40% son informales, según datos proporcionados por el Consejo Mexicano de
Empresas de Servicios Funerarios (Comesef ).
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