regulatorias, hasta desarrollo de proyectos, con especial énfasis en el financiamiento de los mismos, tanto
en el sector eléctrico como en el sector de hidrocarburos. A partir de la implementación de la Reforma Ener-
gética, el gobierno federal lanza una serie de proyectos convocando a inversionistas privados y extranjeros,
tanto en los sectores eléctricos como en el de hidrocarburos, que detonan una actividad sin precedentes en
ambos sectores. En NRF hemos participado prácticamente en todos los eslabones de la industria energética
asesorando a clientes por demás diversos tanto en las subastas de energías limpias como en las llamadas
rondas petroleras en el sector de hidrocarburos. Hoy en día NRF es de los despachos de abogados con mayor
participación en el sector energético en México. En lo personal, he participado en ambos sectores, aunque ha
sido sustancialmente mayor mi involucramiento en el sector eléctrico.
CE: ¿Estos proyectos benefician a los inversionistas nacionales y extranjeros, pero cómo llega esto a las
pequeñas y medianas empresas?
HG: Un proyecto energético demanda servicios de una gran cantidad de proveedores. Como todo plan de
inversión, las pequeñas y medianas empresas se ven beneficiadas de muchas maneras, particularmente en la
medida en la que aumenta la demanda de todo tipo de bienes y servicios por virtud de la gran cantidad de
personas que trabajan en la construcción y operación de dichos proyectos. Ello conlleva a incrementar la de-
manda de todo tipo de productos y servicios, desde fondas, escuelas hasta venta de abarrotes, entre muchos
otros.
CE: ¿Cuál ha sido, dentro de su trayectoria, el proyecto de infraestructura más complejo y significativo
que le ha tocado liderar?
HG: Con 20 años de trabajar en la industria, es difícil seleccionar uno solo pero, destacaría (i) el proyecto pe-
troquímico conocido como Etileno XXI; (ii) la venta de una participación mayoritaria en un paquete de pro-
yectos renovables de Enel en México y su financiamiento entre 2018-2019; (iii) la tercera cadena de televisión
nacional en México; y (iv) las alianzas público-privadas de la década de los 2000 entre el gobierno federal e
inversionistas privados, incluyendo una participación en la formulación de la legislación aplicable, así como el
programa de “PPS” convocados por el gobierno federal, incluyendo particularmente el programa de hospita-
les de alta especialidad.
CE: Debido al impacto de la emergencia sanitaria por el COVID-19, la caída del petróleo ha alcanzado
un margen histórico. ¿Cómo afecta a las inversiones de nuestro país y cuáles son los nuevos desafíos a
los que se tiene que enfrentar el sector empresarial?
HG: Me parece que el principal reto en este momento es la incertidumbre. Un proyecto de inversión, por defi-
nición, requiere de visibilidad a largo y mediano plazo y evidentemente hoy en día es muy difícil prever cuáles
serán los efectos de la crisis y hasta donde llegarán. Tendremos que esperar para ver cómo evoluciona la pan-
demia y la recuperación. La demanda petrolera y el precio del hidrocarburo deberán aumentar y estabilizarse
en la medida que los países comienzan a reabrir su actividad económica e industrial.
CE: Teniendo en cuenta lo anterior. ¿Cuáles considera serán las proyecciones en materia de inversión
para los siguientes años en México?
HG: A diferencia de otras crisis del pasado reciente, es muy difícil prever los efectos y duración de una crisis
como esta, que tiene su origen en cuestiones sanitarias y no económicas. No obstante, la política pública del
gobierno federal en el sector energético ya había provocado una caída importante en la inversión privada
desde antes de la contingencia sanitaria, frenando por completo los programas de subastas de energías lim-
pias y los proyectos de líneas de transmisión en el sector eléctrico y las rondas petroleras y migraciones, en el
sector de hidrocarburos. Por ello, hemos visto que el sector privado ha comenzado a desarrollar proyectos sin
requerir ningún tipo de participación gubernamental, particularmente en el sector de energías renovables.
Sin embargo, es difícil que la iniciativa privada, por si sola, pueda desarrollar el sector de hidrocarburos, parti-
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Entrevista por: Rubí Maldonado