también elaboró una lista de
reproducción de “Bucket Bangers”
con temas de Hip-Hop que hacen
referencia a KFC.
¿El efecto? Un gran eslogan
publicitario dentro de una versión
libre de publicidad. Acción que
muchos especialistas en marketing
definen como un mal para el usuario, ya que este ha pagado para no recibir anuncios.
Los especialistas opinan
El portal Marketing News se encargó de hablar con tres especialistas que compartieron sus puntos más
importantes referentes a esta campaña:
Renato del Bino, socio de Nort3 Marketing Epidérmico afirma: "en esta acción se parte de una base errónea y
es que hay que ser originales e inventar algo a cualquier precio. Todos los que trabajamos en el maravilloso
mundo del marketing buscamos la manera de captar la atención de determinados públicos objetivos y, a
veces, hay que ser atrevidos para conseguirlo, pero creo que no todo vale. Hay ciertas fronteras que, una vez
superadas, acaban penalizando de una manera u otra a las marcas que las sobrepasan invadiendo espacios
que de manera natural no deben ocupar, y en este caso concreto es muy probable que también perjudique
a la plataforma que, de manera consciente o inconsciente, lo ha acogido. En resumen, originalidad y
atrevimiento sí, pero no vale en todos los casos".
Por su parte, Gonzalo Figari, director general de disrupción de Dentsu X, señala que KFC ha llegado "a una serie
de acuerdos con diferentes artistas para esponsorizar sus perfiles. Podría denominarse como un momento
interno dentro de un programa de televisión. KFC no ha hecho una interrupción pirata entre canciones, ha
patrocinado (con dinero) a diferentes artistas para que dentro de su espacio propio en Spotify ellos aparezcan
con su producto en la mano, su logo, etcétera… Es como si de pronto nos quejamos porque Shakira aparece
en un videoclip o en su perfil de Spotify Premium con una chaqueta de Gucci, Nike, Dior o Primark".
Por último, Clara Benayes, head of strategic planning de La Despensa, afirma que su sensación, "sin hacer
de menos a todo el equipo detrás de la idea, es que todo estaba pensado más para ganar earned media
en medios del sector que para sorprender a los usuarios de Spotify en una plataforma donde la creatividad
publicitaria está prohibida. Creo que si una campaña apuesta por saltarse las normas (en este caso la decisión
de un usuario de no ver publicidad), al menos debería, no ya ser no intrusiva, sino aportar valor al usuario".
No es un caso aislado
Esta 'toma de control de la página' no es la primera vez que KFC recurre a Spotify por su impulso publicitario.
En Francia, la agencia de publicidad Sid Lee trabajó en una lista de reproducción de Spotify de Bucket Bangers.
La iniciativa publicitaria presentó letras que mencionaban la marca KFC, que apareció en toda Francia. Esos
anuncios alentaron a las personas a escuchar la nueva lista de reproducción, lo que finalmente benefició a
Spotify.
También, el año pasado, North Face observó los resultados de Google Image al reemplazar imágenes
populares en Wikipedia con sus productos. El truco generó duras críticas y comparaciones con el vandalismo
para la promoción de productos.
Los anuncios se mantuvieron por corto tiempo; sin embargo, los perfiles de los artistas volvieron a la
normalidad. Por su parte, Spotify no ha reaccionado a esta arriesgada publicidad, que aún sigue dando de
qué hablar ante un inestable KFC.
@revistaclaseempresarial • 28